Las previsiones de la compañía pasan por afrontar el cambio una vez se superen los 45 millones de consolas vendidas en Estados Unidos, de la cuales, de momento se han distribuido 30 millones de unidades: "En estos momentos puedo decir que Wii tiene muchas, muchas más, consolas por vender. Después de haber alcanzado una base instalada de 45 millones en Estados Unidos, podremos tener una charla sobre la próxima generación".