La obra presenta un diseño a medio camino entre el dibujo animado y los clásicos en 2D de los 16 o 32 bits. Junto a su peculiar apartado visual destaca una jugabilidad que mezcla elementos de exploración, aventura y plataformas, a lo que se le ha añadido una mecánica de juego que encaja en la definición “Metroidvania”: grandes mapeados divididos por diferentes zonas a las que solo podremos acceder una vez consigamos el poder o ítem adecuado.