Según recientes declaraciones de Iwata, presidente de la compañía nipona, algunos de los bugs leves encontrados en The Legend of Zelda: Ocarina of Time,  “han sido dejados intencionadamente”. La decisión fue tomada cuando  el grupo de programadores comenzó a desarrollar el título a raíz de la antigua versión creada para Nintendo 64. El trabajo consistía en rehacer el código de una manera fresca y original, pero también manteniendo los recuerdos fieles de la primera edición. “Decidimos corregir todos los bugs, pero los miembros de la compañía que habían jugado al título original nos comunicaron que eran divertidos. Así que decidimos dejarlos siempre que no causaran problemas graves”