Así ha ocurrido desde que los videojuegos entraron en el mercado. Se han adaptado títulos cinematográficos a videojuegos y al contrario, con mejor o peor suerte. Lo que está claro es que en ambos sectores existen productos de diversa índole: desde argumentos petulantes acompañados por actores sin un ápice de expresión facial, pasando por videojuegos destinados a acabar con la paciencia del jugador y terminando por derribar fronteras entre estilos de ocio. Estos últimos, nuestros protagonistas de hoy, se han caracterizado principalmente por adaptar cintas a las mecánicas conocidas dentro del mundo digital, frecuentemente con resultados más bien deficientes tanto a la hora de ofrecer una experiencia de juego positiva como a la hora de respetar el producto original.
Evidentemente, y esto es básico para los que llevan años en materia de videojuegos, la balanza se inclina hacia el séptimo arte, pues la inmensa mayoría de conversiones que se han realizado de la gran pantalla a las videoconsola, han sido productos comerciales inspirados únicamente en aprovechar el tirón comercial de la película para rascar algunas ventas, y de paso, agrandar la marca ligeramente. De ahí que nazcan chapuzas que los jugadores expertos ni se dignan a mencionar, a pesar de que algún principiante puede llegar a picar después de haber visto la marca en los mejores cines.
Comenzaremos, pues, por un videojuego clásico desarrollado por Atari para la extinta Atari 2600 y basada en una de las películas de Steven Spielberg más influyentes de la década de los 80: ‘E.T., el extraterrestre’. El proyecto, en el que controlamos al alienígena en la búsqueda de piezas de teléfono para llamar a su planeta, fue un fracaso entre crítica y público, con frecuentes errores que obligaban al jugador a reiniciar la videoconsola. La decepción fue enorme, sobre todo teniendo en cuenta que Atari contaba con una excelente previsión de ventas debido al éxito cinematográfico, obligando a la compañía a enterrar en un vertedero de Nuevo México los millones de cartuchos no vendidos.
Otra de las grandes películas que recibió una adaptación a videoconsolas fue 'Regreso al Futuro', de Robert Zemeckis. Han sido varias las propuestas que han llegado a videoconsolas, pero nos centraremos en su versión doméstica para la Nintendo de 8 bits, que ha sido sin lugar a dudas la peor de todas. Con un Marty McFly desconocido, nuestro objetivo era recorrer Hill Valley sorteando multitud de peligros en las calles, como por ejemplo transeúntes, animales y bancos. Con un desarrollo vertical que no deja explorar libremente el entorno y una banda sonora de poco más de 10 segundos que se repite hasta la saciedad, podemos decir que la similitud entre el film y el videojuego es meramente anecdótica.
De igual manera ha ocurrido con Superman, uno de los grandes súper héroes creados por DC Cómics y todo un símbolo dentro del mundillo. Adaptaciones que incluyen al personaje en cuestión son varias, a remarcar sobre todo el último proyecto que aúna esfuerzos entre héroes y villanos, ‘Injustice: Gods Among Us’. Sin embargo, si echamos la vista hacia el pasado nos encontramos con un título que apareció en el mercado para Nintendo 64 con todos los ingredientes para convertirse en uno de los peores videojuegos del mundo: 'Superman 64'. Encarnando al defensor kriptoniano con su mítico traje, surcaremos los cielos en un mundo tridimensional repleto de peligros donde Lex Luthor hace de las suyas. ¿El resultado? Un auténtico dolor de cabeza no sólo a nivel jugable, sino a nivel técnico: problemas en el transcurso -incluso- de las primeras misiones, una dificultad imposible sin margen de error, y la obligación de volver a empezar desde el primer nivel cada vez que el protagonista es derrotado han hecho de Superman 64 uno de los pocos videojuegos imposibles de terminar.
Por otra parte, una de las adaptaciones que ha sido muy criticada no sólo a la hora de ofrecer una experiencia de juego adecuada, sino también teniendo en cuenta el legado de la marca, ha sido el videojuego basado en la película de Street Fighter. Que un videojuego sea adaptado a la gran pantalla es poco frecuente, pero menos es aún que esta cuente, a su vez, con otra de cara a los videojuegos. Así nació el videojuego basado en la película basada en el exitoso título de lucha Street Fighter, todo un emblema dentro del género que vio palidecer su calidad con un título que utilizaba como reclamo a Jean Claude Van Damme y sus compañeros de reparto para caracterizar a los luchadores. Con la jugabilidad de Super ‘Street Fighter II’, ‘Street Fighter: The Movie’ dejó a un lado los gráficos basados en sprites para capturar, fotograma a fotograma, los movimientos de Van Damme. Otro ejemplo de que las adaptaciones no siempre cuentan con la calidad exigida por los seguidores de una marca.
Lo mismo ocurrió al videojuego que presentó Appaloosa Interactive en 2006, presentando un proyecto inspirado en la película de Tiburón. ‘Jaws Unleashed’, un desarrollo de PlayStation 2, Xbox y PC, ponía al jugador a nadar en el mar pacífico controlando al escualo, que tenía que ir derribando botes y mordiendo bañistas tiñendo las aguas de rojo. La jugabilidad, y las pocas opciones inspiradas en este largometraje hicieron del título un auténtico despropósito para aquellos que querían revivir escenas del celuloide. Podría haberse replanteado de manera inversa, controlando a un superviviente, por ejemplo, haciendo que el desarrollo fuera un poco más intuitivo y divertido. No fue así, y ‘Jaws Unleashed’ se convierte, por méritos propios, en una de las adaptaciones menos conseguidas de la historia del videojuego.
Y volviendo a los super héroes, esta vez de la mano de Marvel, nos encontramos con el videojuego de ‘Iron Man’, cuestionando la calidad del personaje en un desarrollo de acción en tercera persona donde los controles y la técnica vuelven a ser los lastres del proyecto. Lo mismo ocurrió con ‘Star Wars Kinect’, pero desde el punto de vista del universo creado por George Lucas. En éste, y debido en gran parte a la expectativa de convertirnos en un Jedi gracias a las particularidades del dispositivo Kinect, nos adentramos dentro de la guerra de las galaxias con un desarrollo lineal, que no responde correctamente a nuestros movimientos y que, quizá, debería haber sido pensado para la revisión del dispositivo en Xbox One.
Por último, nos gustaría despedir el artículo con uno de los proyectos más desconcertantes de PlayStation. Basada en el fenómeno Spice Girls, ‘Spice World’ apareció en pleno apogeo cultural, además del largometraje de dudosa calidad, una adaptación de éste donde teníamos que poner a bailar a las chicas tridimensionales -y cabezonas, todo sea dicho- al ritmo de su propia música. Pasos de baile lanzados por combinaciones de botones, y una selección de temas bastante limitada hicieron de este videojuego un reclamo única y exclusivamente para los seguidores patológicos.