Según datos de Sony, se distribuyen alrededor de cien mil PlayStation 3 cada semana, y el stock de los almacenes y tiendas podría aguantar el suministro unos 15 días, aunque los abogados del gigante japonés ya se encuentran trabajando en solucionar un problema que podría poner a Sony en una situación de proporciones desconocidas. Mientras tanto las aduanas comienzan a confiscar los sistemas PlayStation 3 para distribución en el mercado europeo, comenzando por la incautación de decenas de miles de unidades en un desembarco en los Países Bajos. LG intenta aplicar el mismo requerimiento en Estados Unidos.