Tras el anuncio del recorte del precio 3DS, el valor de las acciones de Nintendo se desplomó 21 puntos porcentuales; algo que ha afectado directamente a Yamauchi, presidente de la compañía durante cincuenta años, en los cuales la empresa paso de ser una empresa local de venta de naipes a un gigante mundial del entretenimiento. De este modo, el sexto hombre más rico de Japón, con una fortuna cercana a los cuatro mil seiscientos millones de dólares, habría perdido 312 millones de dólares de su fortuna personal desde que comenzó la devaluación de la compañía.
El segundo herido por la crisis que vive la corporación es Satoru Iwata, quien en una reunión urgente con inversores se ha culpado directamente del problema derivado de las ventas de 3DS y ha anunciado que sus emolumentos a cargo de la compañía pasaran a ser la mitad: “Sobre los recortes en los salarios, yo me he aplicado un recorte del cincuenta por ciento, otros directores representativos un 30% y una serie de ejecutivos se lo han reducido al 20%.” […] “Hemos pensado que si adoptamos medidas valientes ahora, en el futuro hay muchas probabilidades que muchos jugadores puedan disfrutar de Nintendo 3DS en el futuro”.