Lamentablemente, los últimos años parece que han sido difíciles para Daybreak, que en abril de 2018 anunció una reestructuración que terminó con el despido de un buen número de empleados entre diciembre de 2018 y octubre de 2019. En enero de este año, incluso se anunció una nueva estructura empresarial cuyo mayor valor consistía en asignar sus juegos a estudios recién creados. El objetivo funcionó en gran medida y permitió que los estudios recién creados promovieran su identidad.
De acuerdo con los detalles proporcionados por Enad Global 7, el trato se ha cerrado mediante el pago en efectivo y acciones. Es importante mencionar que Daybreak adquirió Cold Iron Studios en agosto, pero por ahora no está claro también si forma parte del trato. "Daybreak encaja perfectamente con EG7, somos una familia de empresas con habilidades y experiencia complementarias, combinadas para formar un importante negocio de videojuegos y ofrecer juegos, así como experiencias increíbles a jugadores de todo el mundo”, explica sobre el acuerdo Robin Flodin, cofundador de EG7.
Según EG7, la situación económica de Daybreak este año ha mejorado, ya que ha contado con importantes inversiones en producto que aumentaron los ingresos del estudio. Y ahora, con esta adquisición, es probable que la rentabilidad del equipo de desarrollo aumente considerablemente, ya que el plan de sus nuevos propietarios es que su portfolio de juegos crezca en los próximos años. Tampoco ha trascendido si todos los empleados de la desarrolladora seguirán en sus puestos o si se realizará otro proceso de reestructuración, que bien podría saldarse con una nueva batería de despidos.