Wilson describe como los desarrolladores y editores, actualmente, se vuelcan más en la experiencia y en la modalidad de juego que en otros aspectos, hasta ahora más relevantes, como el aspecto gráfico. Wilson explica que existen tres modalidades para jugar: la que nos proponen las grandes producciones de consola, sentados en un sillón frente a un enorme televisor, lo que permite disfrutar de una experiencia inmersiva en alta definición; la experiencia clásica que ofrece el PC y la experiencia más ligera que aportan los dispositivos portátiles. La realidad virtual, entonces, pasaría a ocupar el cuarto puesto en esta clasificación.