“Tuve miedo las dos primeras rondas, particularmente observando cómo jugaban algunos de mis amigos, con quien había entrenado, Valls y Zuric, sabía que tenían un gran nivel”, pese al respeto a sus adversarios Cabatés, que se ha formado como coach y es en la actualidad entrenador del Club Panthers, llegó invicto a la gran final, en una serie de partidas en las que destacó por su juego, muy analítico.
Durante las semifinales -que fueron retransmitidas por los casters Toad y Jaime Mellado- y ante un público totalmente entregado, Freeloy dejó clara su supremacía y en el duelo final contra Doomz, y pese a una primera derrota ante Vladimir, Cabatés exprimió al máximo sus campeones para acabar coronado como el mejor de cinco partidas.
De cara a la final internacional de este diciembre no quiere pensar demasiado en el peso de representar internacionalmente a España, pero ha comenzado ya a analizar la final del año pasado, a tantear el terreno y se ha fijado un programa de entrenamientos diarios para no perder el ritmo de juego y llegar en plena forma a Brasil.