Diversión e influencia

Impulsado por el príncipe Mohammed bin Salman, el principal objetivo del fondo soberano del país es diversificar las inversiones en áreas que van más allá de la industria petrolera. Allí consideran la industria de los videojuegos como una gran oportunidad de crecimiento, y sus inversiones afectan a compañías como Capcom y SNK, que actualmente es propiedad del fondo soberano en un 96%.

La primera inversión de Arabia Saudí en la empresa de entretenimiento se produjo en mayo de 2022, cuando adquirió una participación del 5,01% de sus acciones. En aquel momento, Nintendo alegó que su junta directiva no estaba al tanto del movimiento y que, como el resto del mundo, lo habían descubierto solo después de cerrarse el acuerdo y hacerse público.

Además de aumentar su participación en Nintendo, el fondo también ha realizado importantes inversiones en otras firmas relevantes del mundo de los videojuegos. En 2020 asignó más de 3 mil millones de dólares para adquirir acciones de empresas como Activision Blizzard, Electronic Arts o Take-Two. Este aporte de liquidez se percibe entre los mandatarios saudíes tanto como una oportunidad para ganar dinero como un medio para cambiar la imagen internacional del país.

Una industria importante

Arabia Saudí es una monarquía que generalmente se asocia por su producción de petróleo y régimen con elementos autoritarios, de modo que adoptando una posición preferente en la industria del videojuego pretenden transmitir la imagen de un país moderno en línea con las últimas tendencias en tecnología. Si bien aún se desconocen los próximos pasos del fondo de inversión, en septiembre de 2022 sus responsables anunciaron la intención de adquirir una editorial importante del panorama independiente. Para ello, se habrían destinado nada menos que 13.3 millones de dólares con el objetivo de adquirir e impulsar una empresa capaz de convertirse en un “inversor estratégico” para los próximos años.