En referencia al conocido cineasta, este alega que la misión de su vida se ha centrado en convertir Star Wars en un fenómeno global, y pasar el concepto de una generación a otra, algo que a estas alturas ya considera cumplido, de modo que está dispuesto a afrontar nuevos proyectos con metas diferentes. Estas son las razones por las cuales Lucas ha decidido vender el fruto de su trabajo a una compañía con una visión diferente del entretenimiento: “Sé que bajo la protección de Disney mis creaciones tomarán una nueva dimensión y encontrarán hogar en el corazón de muchas generaciones. Además, Disney ayudará a que los productos de Lucasfilm se extiendan a más medios y creo que podrán transformarse hasta en parques temáticos, nuevas películas y nuevas formas de entretenimiento”.
La actual codirectora de Lucasfilm, Kathleen Kennedy, se convertirá en nueva presidenta de la empresa mientras que George Lucas no se separará definitivamente de sus creaciones, pues ejercerá como consultor creativo de la división de películas y conservará el 40% de las acciones; de modo que tendrá voto en la mayoría de las decisiones. Por lo demás, la estructura laboral quedará intacta. No obstante, en cuanto a la realización de videojuegos, la adquisición de Lucasfilm por parte de Disney no afectará los proyectos en desarrollo de LucasArts, como el ya anunciado Star Wars 1313: “por el momento, todos los proyectos continuarán desarrollándose en su forma habitual” defendía un comunicado de la compañía. Dicho lo anterior, el director general de Disney, Bob Iger, aclaró que en el futuro se centrarán más en los juegos sociales y destinados a móviles, con la intención de ir recortando distancias con las consolas para producir títulos cuando existan oportunidades tangibles de éxito y licenciando la marca Star Wars a terceros cuando se trate de juegos para plataformas específicas. Por último, apuntar que la división de videojuegos de Lucas representa 20% de los ingresos de Lucasfilm, de modo que el asunto se está tratando con mucha cautela por ambas compañías, aunque han asegurado que la transferencia de licencias con respecto a videojuegos no repercutirá en el jugador de forma agresiva.