Lucas Ordóñez, ganador de la primera edición de GT Academy en 2008, afrontó el primer Gran Premio de Silverstone con mucha ilusión después de la brillante temporada realizada el año pasado. El madrileño se encontró una climatología desfavorable que no le permitió pilotar al nivel que le caracteriza. Por su parte, Jordan Tresson, el ganador de GT Academy 2010, comprobó en primera persona la dureza de la competición automovilística. El francés participaba en su primera carrera como piloto de carreras internacional formando equipo con el experimentado piloto británico Alex Buncombe. A pesar del espectacular Nissan 370Z que condujeron, ambos sufrieron la agonía de no terminar ninguna de las dos sesiones.
El piloto español volvió al trazado británico para ponerse al volante del Nissan 350Z que compartió con Buncombe la pasada temporada. Su nuevo 370Z GT4 estará preparado dentro de un mes para afrontar la segunda prueba en Spa. Después de haberse clasificado para salir desde la cuarta posición durante la carrera del sábado, Ordóñez tuvo un comienzo impresionante y consiguió colocarse segundo persiguiendo de cerca al líder.
El madrileño estaba ratificando los magníficos resultados conseguidos la temporada pasada, sin embargo, después de una entrada en boxes el coche sufrió un problema en la caja de cambios y no pudo terminar la sesión.
El domingo dio una bienvenida fría y húmeda a los pilotos. Lucas afrontó la jornada desde la tercera posición y protagonizó la mejor salida haciéndose rápidamente con el segundo puesto. El piloto español estaba dispuesto a conquistar la posición del holandés Paul Meijer. Sin embargo, una incidencia en pista relegó el madrileño hasta el séptimo lugar.
El francés Tresson salió duodécimo en la sesión del sábado. El joven piloto fue capaz de escalar dos posiciones tras evitar un accidente en el que estaban involucrados dos automóviles. En el ecuador de la prueba, Alex Buncombe tomó el relevó y consiguió recortar distancias con el coche que iba por delante registrando una seria de vueltas rápidas. Lamentablemente, el coche de Buncombe perdió la rueda trasera izquierda a pocos minutos de finalizar y tuvo que abandonar.