En 1999, Daisuke Amaya, más conocido como Pixel, no trabajaba en un estudio profesional, ni quería formar parte de grandes equipos para hacer grandes superproducciones. Él tenía un juego en la cabeza y quería convertirlo en realidad. Durante cinco años, y en los pocos ratos libres que le dejaba su trabajo, fue creando paso a paso el videojuego Cave Story: gráficos, personajes, escenarios, animaciones, música, efectos sonoros… absolutamente todos y cada uno de los aspectos del juego estaban hechos por él.
Él marcó el camino de cómo serían los videojuegos indie. Lo primero, una estética 'old school', como los videojuegos de los ochenta, con todo intencionadamente pixelado, mecánicas de juego clásicas y melodías con sonidos 8-bits. Bajo esas limitaciones autoimpuestas, la creatividad surgía como antaño le ocurrió a creadores como Shigeru Miyamoto cuando diseñó a Super Mario: pantalones rojos, una cara grande para que se distinguiera bien, y una gorra para no tener que dibujar el pelo.
Pixel dará una clase maestra en iDÉAME sobre "Videojuegos 'Juan Palomo' y además apoyará y participará como jurado en iDÉAME++, el primer concurso de jóvenes talentos del videojuego de la Universidad Complutense de Madrid. La tercerá edición de iDÉAME tendrá lugar los días 14 y 15 de julio en la Facultad de Informática de la Universidad Complutense de Madrid.