El nuevo y penoso espectáculo que ambas compañías están protagonizando viene a raíz de unas declaraciones publicadas hace unas horas por la revista Británica Edge, en las que Bobby Kotick, el máximo y polémico dirigente de Activision por su forma de ver el modelo de negocio comparaba este con la política que sigue Electronic Arts, que cuenta con su propia fórmula para generar negocio; En estas, Kotick afirmaba que EA no permite que los estudios que adquiere sean independientes, ya que inmediatamente los convierte en estudios internos, formula que Activision no comparte ya que no les permite mantener su independencia, elemento crucial para Kotick, ya que permite conservar la esencia y la perspectiva independiente del estudio, por ello Activision confia que los creadores originales de los productos se responsabilicen de la dirección del producto.
Kotick continua argumentando que en su compañía no existe la misma presión que en otras editoras, en las cuales obligan a los estudios a tener el producto finalizado en una fecha determinada: “No hay un solo estudio en esta compañía que pueda afirmar: Activision nos obligó a tener el juego listo en tal fecha“. Según afirma el directivo: “EA tiene muchos recursos, es una compañía grande que lleva mucho tiempo en este negocio. Aunque el reto más importante al que se enfrenta actualmente es que la gente no desea trabajar allí”, ya que según Kotick “EA ha perdido el rumbo”.
Por su parte, Electronic Arts ha respondido de una forma más concreta aunque igualmente ofensiva a su competidor a través de Jeff Brown, Vicepresidente de Comunicaciones Corporativas, quien ha declarado que: “Su compañía está basada en tres franquicias de juego: una es un mundo persistente fantástico en el cual no tiene nada que ver; otra va en caída libre y la tercera está en proceso de ser destruida por la ambición de Kotick”. Simplemente una actitud vergonzosa para las dos compañías.