La estrategia de Planet Coaster es transparente: se basa en la creación de juegos de simulación y en afianzar una comunidad de jugadores lanzando ampliaciones, como un reloj, cada 3 meses, ya sean gratuitas o de pago. La estrategia funciona, prueba de ello es que en Cambridge ya se les queda pequeño un edificio de tres plantas lleno de desarrolladores. Pero Planet Zoo se traduce en su apuesta más arriesgada, su lanzamiento más ambicioso; fue uno de los juegos que más invirtió en Gamescom, tanto en publicidad, como en el stand de la zona pública.
Lo bueno es que, tras jugar durante un tiempo, tanto fasto no se antoja como una estrategia descabellada: el videojuego es una delicia, tanto a nivel técnico, como de jugabilidad. Podemos hacer, literalmente, lo que queramos. No sólo crear nuestro Zoo al mínimo detalle, sino llenarlo de criaturas con una desarrolladísima inteligencia artificial con cientos de comportamientos posibles dependiendo del entorno y la situación.
La prueba nos dio acceso a un escenario desértico donde había que elegir criaturas adaptadas al entorno, parece que se quiere cuidar todas las sensibilidades, incluidas las que afectan a un mundo virtual, y cerciorarse que el jugador no puede hacer “sufrir” gratuitamente a los animales. Nos aseguraron que estarán vigilantes para que eso no suceda. –¿Qué puedes hacer en el juego? –. Mejor lo planteamos de otro modo: –¿qué no puedes hacer?–. Y es que Planet Zoo exige que decidas sobre cada detalle de tu complejo: atender urgencias, ocuparte de las necesidades básicas y nunca perder ojo al negocio. Para ello el número de opciones son abrumadoras, pero –y ahí vemos la mano de Frontier– todo se hace rápido, intuitivo y de forma satisfactoria.
Durante las sesiones no se generaron dudas, no te pierdes, no te frustras y eso supone que ha habido muchas horas de perfeccionamiento de su interfaz a través de años de experiencia. ¿Y si te cansas de elegir? No hay problema: te ubicas en modo espectador y te diviertes viendo a tus criaturas, contemplando lo que hacen los visitantes, comprobando la interacción entre ambos, supervisando las acciones de tu personal, en fin, presenciando la evolución de tu parque. No dio tiempo para más, las horas parecen que se convierten en minutos y el tiempo, para nuestra desgracia se fundió en un suspiro.
Cuando salíamos del stand entendimos que este juego quizá no sea para todo el mundo, pero tiene muchas posibilidades de hacerse con una gran comunidad, una comunidad fiel y eso, es ponerse un objetivo muy alto en los tiempos que corren.
Planet Zoo - Gamescom Trailer