Yarni, el aventurero que recorre el mundo en busca de objetos de lana
La introducción de ‘Unravel’ nada tiene que envidiar a la de las grandes superproducciones. Con un estilo narrativo minimalista y sin demasiadas florituras, se presenta en pantalla a una anciana que deja caer, sin darse cuenta, un ovillo de lana rojo. Yarni, nuestro protagonista, nace directamente de este enredo, comenzando así una aventura en la que recuerdos, fotografía, flora y fauna van de la mano.
Como videojuego, ‘Unravel’ es un título único, que poco o nada tiene que ver con los desarrollos actuales. Su propuesta, a caballo entre plataformas tradicional y puzles, mezcla con maestría música y arte, escenificando momentos que logran transmitir emociones al jugador desde el primer momento. Nuestra misión principal es entrar en las fotografías del hogar de la anciana en busca de unos objetos –tejidos con lana roja- que dan sentido a un álbum fotográfico. La historia, que carece de narrador más allá de algunos gestos de Yarni y las fotografías superpuestas en los niveles, se abre a medida que vamos recorriendo los diferentes mundos que presenta la obra.
El primer nivel sirve como introducción para comprender los aspectos básicos de la jugabilidad. Yarni está hecho de un ovillo de lana, y como tal, su recorrido es limitado. Podremos recorrer el nivel hasta que nos volvemos esqueléticos y no podamos tirar más del hilo, por lo que tendremos que ir buscando ovillos de lana para reabastecernos y continuar. Al mismo tiempo, podremos lanzar lana para agarrarnos, balancearnos y llegar a plataformas a las que no podemos acceder. La jugabilidad es bastante simple, lo que no implica que en algún momento tengamos que detenernos a pensar en cómo continuar o en cómo recoger los cinco objetos coleccionables dispersados en cada nivel.
Y es que aunque la jugabilidad se resuma a botones como tirar lana, estirar del hilo, saltar o interactuar con algunos objetos, el diseño con el que se ha pensado cada nivel es digno de mención. Por ejemplo, podremos hacer pequeños nudos de lana entre dos puntos para subirnos encima y utilizarlos como lanzadera –o usarlo como puente para llevar un objeto pesado necesario-, siempre teniendo en cuenta que nuestro avance es limitado. Será habitual quedarnos a escasos centímetros de un objeto de lana -o un enredo- por haber malgastado lana anteriormente. En estos casos, y si deshacer el enredo resulta imposible, siempre podremos volver al punto de control anterior pulsando abajo en la cruceta direccional del mando.
Flora y fauna como fuente de aventuras y peligros
La vida de Yarni no está exenta de peligros, y esto es algo que agradecerá el jugador. Si bien es cierto que completar los primeros niveles no supondrá un reto realmente considerable para el jugador experimentado, a medida que vayamos superando fases veremos cómo se va incrementando la curva de dificultad. No hablamos exclusivamente de la recolección de secretos, sino que, en ocasiones, avanzar durante la fase nos supondrá más de un quebradero de cabeza.
Por otra parte, Yarni no puede estar demasiado tiempo expuesto en el agua o éste se ahogará y terminará la partida. El agua, de hecho, es uno de los principales enemigos del juego, así como algunos animales –como cangrejos o una cobaya que nos perseguirá durante todo un nivel-. En algunas ocasiones, el juego se apoyará en el ensayo y error para poder superar ciertas zonas complejas, por lo que advertimos que la muerte será necesaria para poder avanzar. No hay que preocuparse, pues el estudio no ha puesto un contador de vidas limitadas, sino que se ha centrado más en ofrecer un viaje mágico y único para que el jugador lo disfrute sin presiones de ningún tipo.
Naturaleza en estado puro
Sin duda alguna, el mayor ingrediente que ofrece este ‘Unravel’ más allá de su propuesta de juego es su puesta en escena. No estamos delante de un portento gráfico, pues como buen título basado en físicas, éstas tienen, en ocasiones, algún que otro desliz –en una línea similar a los errores que tiene, por ejemplo, ‘LittleBigPlanet’-. Sin embargo, podemos decir que a nivel artístico ‘Unravel’ supera con creces a un elevado porcentaje de producciones actuales. Sólo hace falta recorrer el primer mundo para comprender cómo el estudio ha logrado crear un mundo vivo y natural, que da gusto ser explorado con cautela.
Los efectos gráficos, al mismo tiempo, están perfectamente cohesionados con la propuesta de juego, por lo que da puntos a favor. El agua, enemigo natural del videojuego, será un aliado formidable para poder acceder a nuevas zonas, perfectamente representada con una calidad técnica pocas veces vista en un videojuego independiente. Lo mismo ocurre con la flora y fauna de la obra, que encajan perfectamente con la sensibilidad que transmite el título. A todo esto se suma una banda sonora original que enlaza, con instrumentos delicados y ritmos pausados, cada imagen representada en pantalla.
Un imprescindible de la escena independiente
La primera producción del estudio sueco derrocha originalidad por los cuatro costados. Si bien es cierto el videojuego no es excesivamente original a nivel práctico, su puesta en escena y sus puzles bien integrados con la naturaleza de la obra hacen del título una propuesta única. Encontramos algunos peros en su desarrollo, como algunos tramos excesivamente lentos que se compensan adecuadamente cuando entran los depredadores animales en escena, pero en general, se trata de una obra notable en su conjunto.
Unravel - Tráiler Oficial de la Historia