El apocalipsis vía viruela
El nuevo RPG online en mundo abierto para Xbox One, PlayStation 4 y PC, tiene lugar en Nueva York tres semanas después de que un letal virus modificado de la viruela, liberado durante el Black Friday, haya barrido la ciudad. Uno tras otro los servicios básicos han ido cayendo. La sociedad se ha colapsado. El Presidente invoca entonces la Directiva Presidencial 51, y La División, una unidad ultra secreta formada por agentes tácticos independientes, es activada. Llevando una vida corriente como tapadera, los agentes de la División han sido entrenados para operar de forma independientemente de quién esté al mando en este tipo de situación. Los jugadores podrán explorar las calles y monumentos de Nueva York que una vez les fueron familiares, y que ahora, se encuentran diezmados por los saqueos dirigidos por clanes que harán cualquier cosa para sobrevivir. Desde Central Park hasta el metro o la Estatua de la Libertad, ningún lugar es seguro. De este modo, ‘Tom Clancy’s The Division’ pretende cambiar la forma en la que los usuarios juegan a RPG’s online, ya que el título pone a los jugadores en un multijugador constante en el que explorarán, lucharán y trabajarán juntos mientras la sociedad moderna se colapsa a su alrededor.
El día que se liberó el virus, los hospitales rápidamente se colapsaron y el pánico no tardó en apoderarse de la población. El gobierno, incapaz de superar la situación de manera controlada, creó zonas de cuarentena en Manhattan y comenzó a racionar los recursos para tratar de frenar la crisis. El tercer día dejaron de funcionar los transportes. El mercado financiero se derrumbó con el cierre de la bolsa de Nueva York. El cuarto día las empresas de energía y agua dejaron de funcionar, lo que motivó a miles de supervivientes a almacenar la mayor cantidad posible de alimentos y agua. No pasó mucho tiempo hasta que se terminaron los suministros y la desesperación se apoderó de las calles y barrios. Los servicios básicos fallan y el ejército tiene dificultades para controlar la situación en los recintos hospitalarios. No hay suficientes médicos como para tratar pacientes cuya cura parece lejos de aparecer.
Gracias a la Directiva 51, se ha previsto el mantenimiento de una unidad separada del gobierno que tiene autoridad para actuar en este tipo de situación con el fin de restablecer el orden y ayudar a reconstruir las estructuras sociales básicas: La División o The División, como se le llama en el juego. El equipo se compone de agentes durmientes que, después de entrenados, llevarán una vida normal como civiles y sólo se activan en estados de máxima emergencia. A partir de aquí el jugador irá tomando conciencia del escenario de apocalipsis gracias a la vasta colección de materiales adicionales que se pueden encontrar por toda la ciudad y que ofrecen una idea clara de cómo todo se desarrollaron los acontecimientos y del estado en que se encuentran: son archivos de audio, mensajes, informes oficiales, imágenes de aviones no tripulados, cámaras de seguridad y otros documentos que narran cómo estaba todo antes de nuestra llegada. Y es precisamente el constante flirteo con la realidad, el posible apocalipsis en lugares conocidos con reacciones y situaciones reales, lo que permite una inmersiva historia.
En el papel de un nuevo soldado, el jugador toma parte de la segunda oleada de agentes de ‘The Division’, activada tras el fracaso de una primera incursión de la unidad. Según parece todo salió mal y esto es exactamente lo que encontramos: una Nueva York destrozada y abandonada apresuradamente que se cae a pedazos. Pronto el jugador se topará con toda la fuerza del caos de la ciudad.
Tres géneros en mundo abierto
Pero entrando ya en materia, ‘The División’, además de una historia densa y una calidad gráfica notable, adopta la estructura de un juego de rol, las mecánicas de un título de disparos en tercera persona y algunos elementos de supervivencia. Suena complicado, pero al contrario de lo que pueda parecer es extremadamente simple. La estructura principal del juego corresponde a un RPG. El personaje tiene equipación que influye sobre tres atributos principales: DPS (daño por segundo), cantidad de vida y capacidad. Estas características se emplean para que el jugador elija su propio estilo. Por ejemplo, se puede optar por formar un personaje con mucha resistencia que produzca poco daño, todo lo contrario, encontrar un término medio u optar por habilidades destinadas a mantener con vida al resto de compañeros, pero esto lo veremos más adelante, cuando tratemos la experiencia multijugador.
Además de las estadísticas propias de los equipos, se pueden aplicar atributos a los puntos de bonificación y cambiar la apariencia del personaje con diversos elementos visuales. Las armas también pueden ser modificadas mediante una gran cantidad de accesorios, que, entre otras características, pueden alcanzar un rango superior de estabilidad y daño. Las estadísticas también determinan la cantidad de daño producido a un enemigo. Un aspecto importante es que cada región del inmenso mapa contiene un nivel indicativo de los enemigos que el jugador se puede encontrar en la zona. Los oponentes reciben un número de daño que se resta a la cantidad que aparece junto al propio enemigo. Básicamente así es como Massive Entertainment reemplaza las espadas, arcos, flechas y hechizos de los juegos más comunes del género por ametralladoras, pistolas y granadas. El género también queda patente en la forma en la que se liquidan los enemigos: por lo general no se puede eliminar un opositor con un solo disparo en la cabeza o la explosión de una granada, le restará los puntos de daño correspondientes hasta vaciar la barra de vida.
El máximo nivel del personaje es de 30, que, por supuesto se logra a medida que se acumula experiencia al completar misiones, derrotar enemigos y recoger objetos coleccionables, como teléfonos móviles, informes e imágenes de sistemas de seguridad. Por otro lado, el jugador debe elegir entre dos habilidades activas, que van desde pulsos para conocer la situación del enemigo hasta la curación de los compañeros que nos rodean. En total hay 12 habilidades divididas en tres categorías: médica, tecnológica y de protección. Además, se puede seleccionar un máximo de cuatro talentos que actúan de forma pasiva en el juego, así como las ventajas que se irán desbloqueando a medida que evoluciona la base de operaciones.
Bien, todo lo anterior funciona bajo las mecánicas básicas de un juego de acción en tercera persona con coberturas, que fomenta el uso de elementos del escenario durante el intercambio de disparos. El sistema para apuntar y disparar es el más común de los juegos de disparos en esta categoría, algo que permite a aquellos que tengan experiencia previa un sencillo contacto con las mecánicas de acción, pero eso no quiere decir que sea fácil precisamente. Aunque el sistema de coberturas es extremadamente sencillo en su ejecución: basta con acercarse a una pared y prestar atención a las indicaciones de posición para moverse y evitar granadas. Cambiar de cobertura es aún más sencillo, simplemente basta con apuntar a la ubicación deseada y mantener pulsado un botón hasta que se complete la transición.
La última esperanza de la nación
La campaña de ‘The División’ se extiende a lo largo de 14 horas con más de 20 misiones y se puede jugar tanto en solitario, algo poco recomendable, o bien en un grupo con hasta cuatro jugadores, lo que produce una experiencia puramente cooperativa. Como adelantábamos, si bien es posible hacerlo todo uno mismo, la opción de superar ciertos retos es muy complicado debido a la exigencia de los tiroteos en determinadas áreas, descontando que todo es mucho más gratificante cuando se juega con alguien más. Para evitar la desesperación de muchos jugadores, ‘The División’ cuenta con un sistema de matchmaking eficiente y sin complicaciones que nos permite entrar en un grupo que se está formando o invitar a jugadores al azar a nuestra misión. Esto se puede realizar desde ciertas áreas que funcionan como centros sociales y permiten la interacción específicamente social entre jugadores.
En relación al mapa, destacar su amplitud y una buena cantidad de actividades repartidas como las reuniones o las misiones secundarias. Sin embargo, existe un área donde la dinámica del juego cambia: la llamada Zona Oscura. Al entrar en aquí, se empieza a compartir espacio con varios jugadores que pueden ser amistosos, o no, la famosa PvP. En este espacio, el jugador debe optar entre la prudencia y no atacar a nadie o ayudar a fomentar el caos entre los usuarios del juego. Todo esto queda marcado con un nivel de recompensa para cazar a los jugadores con un mayor nivel de agresividad, los llamados “Agentes renegados”. Además, el progreso en la zona oscura es independiente al general del juego. Los incentivos para acceder al peligroso distrito es un botín raro de encontrar y valioso. Una vez el jugador haya extraído sus recompensas, podrá usarlas en el mundo exterior. Sin embargo, solo podrán hacerlo aquellos que sobrevivan los 90 segundos que hay que esperar entre que se lanza la bengala para indicar el punto de extracción y la llegada del helicóptero.
Así en caso de que un jugador ataque a sus compañeros, entrará en el estado de renegado, que avisará de la situación a todos los jugadores de las inmediaciones. En cualquier caso, en la Zona Oscura no solo se pueden conseguir objetos, pues también supone una oportunidad para unirse a otros equipos y participar en eventos públicos y aleatorios.
Sin necesidad de rebajas graficas
Massive Entertainment ha logrado una impresionante recreación de Nueva York en estado de auténtico caos. Basura acumulada formando grandes montones en las calles, edificios en cuarentena, personas que deambulan en busca de comida: todo esto produce que se instale en la cabeza del jugador una sensación post-pandémica muy rica en detalles. En todo caso es comprensible cierto desasosiego en el consumidor en relación a la significativa rebaja gráfica que ha recibido la obra desde su presentación. Si, ha vuelto a suceder, aunque el juego es realmente notable en el aspecto gráfico, no es la exageración que nos quisieron vender en 2013, sobre todo en consola, ya que la versión para ordenadores tiene algunas pequeñas mejoras visuales. Pero es evidente que se repiten errores, como los inexistentes reflejos y las texturas que no coinciden con la realidad, Además, algunas tardan unos segundos en cargar.
El tamaño del mapa y de la densidad del mismo podrían pasar por perfectos y tal vez incluso justificar la ausencia de más gente por las calles, pero el estado de la ciudad tampoco invita a grandes manifestaciones o concentraciones de personal. El juego también sufre cuando hay muchos elementos presentes en pantalla, al igual que con gran cantidad de efectos de partículas y de iluminación ejecutándose al mismo tiempo. Como contrapartida, los efectos de iluminación volumétrica y la densidad de las partículas se han trabajado de modo sobresaliente gracias al motor gráfico, también responsable de la destrucción de objetos y los cambios climáticos que suceden en escena. En todo caso no se puede negar que lo ofrecido a nivel visual durante una tormenta de nieve, tratando de explorar Manhattan cubierto por una densa niebla, o el sol escondiéndose entre los edificios al anochecer es impresionante.
El audio del juego también supone un aspecto muy cuidado en la producción, las actuaciones vocales son notables con una traducción muy acertada para nuestro territorio. La banda sonora, aunque no está mal, tiene pocos temas y aparecen sólo en momentos específicos de las misiones. Durante la exploración únicamente estaremos acompañados por los agonizantes sonidos de lo que queda de Nueva York. Estos efectos incluso se pueden escuchar cuando el jugador se aproxima a la Zona Oscura y desde el exterior se pueden oír disparos, explosiones y el intenso movimiento del helicóptero de extracción.
Conclusiones
‘The Division’ cumple con el objetivo de transmitir al jugador que Ubisoft ha adoptado el enfoque específico que se pospuso para asegurar un producto de máxima calidad. Por supuesto acumula algunos fallos, como la obvia rebaja gráfica, algo innecesario ya que el juego se mantiene perfectamente, así como el resto del conjunto, que sabe compensar muy bien esa parte. En esta ocasión el juego no trasmite esa sensación de producto sin terminar entregado a toda prisa y lleno errores. Esto le sirve para ganarse una posición destacada como uno de los títulos más significativos de 2016. Se trata de un juego completo y robusto con una historia densa, una ambientación excepcional, una notable calidad gráfica, un enfoque relativamente novedoso y una fantástica experiencia multijugador.
Tom Clancy’s The Division – ‘Ayer’ TV Spot