Al igual que el original, ‘Road to Gehenna’ nos presenta un universo bello a la par que sórdido, en el que nos esperan ciertos paralelismos existentes entre la raza humana, el concepto de inteligencia artificial, la creencia en entes superiores y cómo la mente se posiciona en el centro de todo ello. Preparaos para un viaje que no os dejará indiferente.
La sencillez convertida en un magnífico puzle
La propuesta del estudio es básica, lo que no ha impedido a Croteam ofrecer una experiencia de juego profunda y divertida. Encarnando a un robot cuyo objetivo es ir avanzando en el camino trazado por el Creador, nuestro papel en el juego pasa por solucionar una serie de acertijos y puzles de corte espacial que desde los primeros compases de la aventura, comenzará a exigir al jugador que abra su mente y deje a un lado toda lógica establecida.
Sin ir más lejos, la puesta en escena es muy similar a ‘Portal’, videojuego desarrollado por Valve que tuvo un fuerte impacto dejando en evidencia a la gran mayoría de propuestas del género. Sin embargo, a diferencia del título de portales, en ‘The Talos Principle’ tenemos un mundo abierto fracturado en fases en los que recoger los preciados Sigilos, una especie de piezas idénticas a las de ‘Tetris’ que nos permitirán desbloquear los sucesivos niveles y recoger objetos con los que superar nuevos retos. Simple, efectivo y adictivo al mismo tiempo.
La facilidad con la que solucionaremos los primeros puzles no debe dar falsas esperanza al jugador, todo sea dicho, pues hablamos de un videojuego que, sin ser extremadamente difícil, ofrece una serie de desafíos muy bien definidos que nos obligarán a salirnos de los cánones básicos del pensamiento. La curva de dificultad ayuda en este punto, con las diferentes piezas a recolectar categorizadas en tres colores que definen su dificultad: verde para las más fáciles, amarillo para las que requieren algo más de esfuerzo y rojo para las más complicadas. Advertimos que, de estas últimas, hay más de una que nos llevará horas conseguir.
Recogidos los Sigilos que componen una figura, el jugador puede colocar las piezas en diferentes pedestales -y puertas- para abrir nuevos caminos. ‘The Talos Principle’ presenta un mundo dividido en secciones que se pueden recorrer libremente una y otra vez en busca de curiosidades -sean en forma de códigos QR con mensajes ocultos, sea con piezas en forma de estrella-, de modo que si se atraganta una pieza en concreto siempre podemos avanzar hacia una nueva ficha, con la esperanza de que, a la vuelta, veamos algo que se nos pasó por alto la primera vez.
Así, los puzles se componen de elementos espaciales que funcionan con la vista en primera persona que propone el estudio. Campos de fuerza, enemigos robóticos con un rutas establecidas, estaciones láser que hay que desactivar y núcleos de fuerza van situándose en cada fase de forma progresiva. Pero no hay razón para alarmarse, pues el videojuego va enseñando los conceptos al jugador de forma constante y didáctica.
Desafiante y gratificante a partes iguales
Como avanzábamos, la dificultad es uno de los puntos fuertes del videojuego. De hecho, para superar ciertas fases, tendremos que emplear no sólo nuestra inteligencia, también diferentes objetos pensados para la ocasión, y que, además, añaden ese punto de dificultad al abrir nuevas posibilidades en la resolución. El número y variedad de estos objetos está limitado para cada fase, por lo que será imposible utilizar los artilugios de un puzle en el siguiente. Por ejemplo, contamos con un trípode que proyecta energía y que abre campos de fuerza -o paraliza a enemigos, sólo una acción al mismo tiempo-, por lo que tendremos que ir jugando en función de nuestra posición y la estructura del puzle. De la misma manera existen las cajas, que nos permiten tener cierta ventaja con los enemigos -podemos subirnos a ellas o bloquear su ruta-; o los conectores de energía, que tendremos que enlazar para abrir varias puertas al mismo tiempo sin que sus rayos se crucen. Parece un poco complicado de entender, pero insistimos en que el título es bastante didáctico y permite la comprensión de sus conceptos de forma clara e intuitiva. En cualquier caso, todos los puzles pueden resolverse con los objetos que se presentan, por lo que seguramente si estamos bloqueados lo mejor será tomarse un respiro y descubrir otros parajes para atacarlo desde otra perspectiva.
‘The Talos Principle’ y ‘Road to Gehenna’ configuran las dos caras de una misma moneda. Si en el primero contamos con un gran mundo que recorrer dividido en secciones, en la expansión nos encontramos con un mundo abierto que nos invitará a explorarlo en busca de nuevas premisas que cuestionar. Entre puzle y puzle, los códigos QR escritos por otros personajes del Creador nos darán cierta información sobre el universo único, bello y aterrador que presenta la obra. Contamos, además, con acceso a varios ordenadores en los que leer, en un sistema similar a MS-Dos, archivos documentales de la biblioteca central, con mensajes de personajes, citas filosóficas, personalidades griegas, mitos, etcétera. Y es que, gran parte de la narrativa del videojuego bebe directamente de estos terminales, que además nos obligarán a completar algunas encuestas con el fin de conocernos un poco mejor.
Una adaptación en mayúsculas
A nivel audiovisual se aprecian ciertas mejoras con respecto a la edición de ordenador. El videojuego, notable en su versión original, ha llegado a la plataforma de Sony con una adaptación notable, presentado un apartado técnico que, sin llegar al nivel de las superproducciones de hoy en día, logra cautivarnos con los contrastes tan bien definidos, procedentes de una dirección artística sobresaliente: la temática griega se funde con ambientes paradisíacos donde robots futuristas y elementos asíncronos son una constante.
No obstante, nos hemos encontrado en alguna ocasión con ligeras ralentizaciones, que, si bien es cierto no afectan en absoluto al ritmo del juego, están ahí y pueden suponer un problema para el jugador más técnico. No se dan a menudo, y sobre todo suelen darse fuera del contexto de los puzles, por lo que no suponen un problema en sí.
Mejor es, sin duda, el apartado sonoro del videojuego. A un estupendo tema principal, que pondrá los pelos de punta al más sensible gracias a unos cantos latinos que imponen desde la primera nota, se une una banda sonora que, con pocos temas, logra transmitir al mismo nivel que la trama argumental. Se le suma un doblaje al castellano muy profundo, con la voz del Creador que recomendamos encarecidamente escucharla con auriculares, para fomentar así la inmersión del videojuego.
Conclusiones
En definitiva, ‘The Talos Principle’ se estrena en PlayStation 4 manteniendo intactas las virtudes presentadas en su edición de ordenador. La duración de ambos títulos es correcta, llegando a la decena de horas jugables -siempre y cuando seamos lo suficientemente perspicaces a la hora de resolver ciertos puzles-, su puesta en escena cuenta con la calidad mínima exigible y, lo mejor de todo, cuenta con ese toque de originalidad que ya quisieran algunas superproducciones millonarias. Todo amante de los puzles y de las experiencias de juego que se alejan de lo convencional debería probar esta pequeña maravilla.
The Talos Principle - PlayStation 4 Deluxe Edition
