The Evil Within

Escrito por  Victor Moyano Martes, 14 Octubre 2014
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Shinji Mikami, padre de la serie ‘Resident Evil’, ha demostrado que romper esquemas o sentar bases no siempre tiene su justa recompensa, algo que ya le ha sucedido con proyectos como el injustamente denostado ‘Vanquish’. No se puede negar que tras el survival horror, el creador se dejó embaucar por la acción, el modelo beat ‘em up, y se dejó ver por la acción frenética de los arcades, y según parece, ahora cierra de nuevo el ciclo con un título que desde su anuncio ha generado mucho interés entre los jugadores; se trata de ‘The Evil Within’, la última producción del director, que se estrena en nuestro territorio con un doble objetivo: demostrar que el género sigue vivo y, por consiguiente, que la nueva generación de videoconsolas está preparada para albergar proyectos que no obtuvieron tanta atención de las desarrolladoras en las anteriores videoconsolas. Apagad las luces y centrad toda la atención en la historia del Detective Sebastián Castellanos, todo un thriller psicológico de terror que no debería faltar entre la colección de destacados de cualquier amante del género.

Un viaje al centro de la mente

The Evil Within’ comienza como la mayoría de producciones, es decir, presentando a sus personajes y dejando entrever el telón de fondo del argumento. El Detective Sebastian Castellanos y su equipo recibe el aviso de un altercado en una institución mental, momento en el cual arranca la aventura. Una vez en el interior del centro del psiquiátrico la primera imagen que encuentra el policía es aterradora, con multitud de cadáveres repartidos que van generando los primeros niveles de tensión y dan paso a los datos iniciales de una historia subversiva que intentará mantener al jugador enganchado hasta el final. Sin querer desvelar los incesantes giros en los acontecimientos que imperan en ‘The Evil Within’, es fácil imaginar que a partir de la entrada en la institución mental el título va tanteando con los nervios del jugador, alternando entre fases y escenarios inspirados en la actualidad y algún punto desconocido. La gran mayoría de situaciones las pasaremos intentando descubrir dónde estamos y cómo hemos terminado envueltos en una pesadilla donde mutilaciones, sustos, antropófagos, oscuridad y acción se reúnen en un cóctel explosivo que por momentos nos hace perder contacto con la realidad.

Más allá de los límites del terror, la última producción de Shinji Mikami genera una clase de tensión y desamparo incesante que encaja a la perfección con las expectativas del género. El jugador tiene a su disposición algunas armas bastante potentes para hacer frente a sus enemigos, lo que podría llevar al error de considerar el título como de acción. Esto se ajusta a la realidad hasta cierto punto, pues armas como la escopeta, las granadas o agonía: un arpón con municiones de diversa índole, son opciones poderosas frente a los antropófagos y perturbados que encontraremos en el camino. Sin embargo, la munición escasea durante toda la partida, lo que obliga a tomar medidas alternativas para ir avanzando poco a poco en este viaje.

Así pues, con un formato revestido con tintes de un título de acción, el jugador tendrá que ingeniárselas para hacer frente a los distintos tipos de enemigo con poco plomo, ya que a esto se le suma que la cantidad de munición de reserva que podemos llevar encima es escasa. Por esta razón existen más opciones para terminar con estas pesadillas; también podemos acechar por la espalda y clavarles un cuchillo en la cabeza, algo que permite ahorrar balas. Esto, sin embargo, no funciona cuando estamos ante varias criaturas, pues bastarán un par de golpes para ver, con todo lujo de detalle, como el Detective Castellanos pierde la vida. También existe la posibilidad de hacer uso de las trampas repartidas por los diferentes niveles. Estos mecanismos no sólo se emplean para dar algún que otro susto (los cepos son un ejemplo de ello), también se pueden utilizar en beneficio del jugador que sea capaz de atraer enemigos hacia ellas, siempre teniendo en consideración, por supuesto, que el ruido alertará a las criaturas de la periferia. Otra de las posibilidades es desactivarlas mediante un mini-juego, que además permite acumular piezas para crear munición de la ballesta. El jugador decide.

 

Cuestión de ritmo

A medida que vamos avanzando en esta psicodélica aventura teñida de rojo sangre, nos encontramos con unas zonas de descanso que llevan hacia un nuevo mundo: el manicomio, al que se accede a través de un espejo. En este lugar el jugador tiene la posibilidad de aumentar algunos atributos del personaje en función de los botes de líquido verde que haya obtenido durante el nivel. Atributos como la fuerza física, la salud, la velocidad de recarga y el daño de las armas, los proyectiles de agonía y la cantidad de balas de reserva que podemos almacenar, son parámetros que se pueden modificar, aunque la cantidad de mejoras no influye directamente en la jugabilidad, es decir, podemos ir olvidándonos de un personaje imbatible. Por ejemplo, aumentar la capacidad de reserva de munición para un arma puede costar más de la mitad del líquido viscoso que hemos adquirido en un nivel, lo que abre el interrogante sobre lo oportuno de aumentar este parámetro o centrar la ayuda en las condiciones físicas. Los puntos necesarios para aumentar los atributos, a diferencia de la munición, no escasean, pero la cantidad necesaria para subir de nivel es muy elevada.

De regreso al manicomio, este escenario sirve de nexo entre el mundo real y el que se muestra través del espejo, señala algunas referencias argumentales y da forma al trasfondo de la historia. La recepcionista, sin ir más lejos, va desvelando algunos detalles sobre el protagonista y su vida desde otra perspectiva. Así la mujer irá ofreciendo nueva información y alguna recompensa con cada visita, como por ejemplo las llaves del mundo real que se emplean para abrir cámaras de la morgue y conseguir objetos, antes de entrar en la silla de tortura que nos permite aumentar el nivel.

Lo más interesante que propone este ‘The Evil Within’ es la sucesión de acontecimientos que esperan al personaje. Desde el primer nivel, donde ya encontramos a un sádico fileteando un cuerpo humano, el jugador será testigo de multitud de horrores y otros eventos que dinamizan el desarrollo: persecuciones, momentos de huida, enfrentamientos en compañía de un compañero del cuerpo, misiones de rescate con temporizador, escenas donde el protagonista pierde la cabeza… todo con la intención de mantener al jugador inmerso en el videojuego. Y lo consigue. De esta manera, Shinji Mikami logra mantener un ritmo muy estable, in crescendo a medida que avanzan los capítulos que componen el conjunto jugable y argumental. Cierto es que apenas deja margen para la exploración más allá de alguna ruta alternativa en campo abierto, pero hasta las bifurcaciones están repletas de enemigos y objetos que podremos, o no, descubrir. De hecho, ‘The Evil Within’ es un videojuego de pasillo y rutas predefinidas, pero precisamente este punto es el que permite mantener el ritmo.

Utilizar los objetos como arma (de un sólo uso) o señuelos para evitar ser vistos y continuar moviéndonos entre las sombras resulta primordial cuando algunos enemigos parecen ser inmunes a nuestros recursos ofensivos. Entre los monstruos que el policía tendrá que hacer frente a lo largo de la aventura existen ejemplares muy poderosos que nos llevarán varias ráfagas de bombas y munición aniquilarlos, mientras que otros directamente son indestructibles y toca poner pies en polvorosa. La tensión, insistimos, está presente a lo largo del videojuego. Sólo hace falta comprobar cómo algunos enemigos se vuelven invisibles a nuestros ojos para que la incertidumbre comience a jugar contra el jugador. Como era de esperar, ‘The Evil Within’ también hace uso de los puzles para dinamizar su desarrollo. Si bien es cierto que algunos están más inspirados que otros, la mayoría no requiere demasiado esfuerzo para ser resuelto. Eso sí, la mayor parte mantiene una premisa clara: si fallamos nuestra vida será drenada de una u otra manera.

El arte del horror

Uno de los ingredientes destacados que ofrece el título, aparte de una sobresaliente jugabilidad que recuerda a épocas pasadas donde morir era estrictamente necesario para aprender a sobrevivir, es su diseño. Cada nivel está compuesto por varias zonas que van hilándose a medida que avanza la historia, dejando, por otro lado poco espacio para la improvisación. El diseño de los escenarios es notable, cada uno con su propia temática pero manteniendo el espíritu tétrico del que presume la obra, lo mismo que sucede con los personajes. Apenas hay elementos genéricos que puedan recordar a otros títulos del mismo corte, ya que todo ha sido recreado con la sana intención de sorprender al jugador. Nos encontramos lugares abiertos, pasillos oscuros, catacumbas y un nivel inspirado en la mansión de ‘Resident Evil’, todo un detalle.

Entrando en materia gráfica, ‘The Evil Within’ es un título muy correcto con unos gráficos que, si bien es cierto no son perfectos, cumplen sobradamente con su cometido gracias a un estupendo diseño artístico. Los enemigos y escenarios cuentan con detalles sobresalientes, pero algunas animaciones son bastante básicas y hemos encontrado algún que otro error. No podemos decir lo mismo de la tasa de imágenes por segundo, que en ocasiones se ve afectada debido a la carga gráfica que sostiene tiene el juego. Por otro lado, la banda sonora acompaña a la perfección los momentos de tensión del título, con melodías minimalistas que mantienen un nivel constante. Se han añadido, por exigencias del guión, algunas piezas de música clásica que acentúan más la ambientación si cabe. Lo realmente extraordinario en materia acústica son sus efectos sonoros, que con todo lujo de detalle nos traslada a la oscuridad más angustiosa y firme que hemos podido escuchar en los últimos años. El doblaje en castellano también mantiene un buen nivel, con algunas voces conocidas entre los actores de reparto, aunque podremos seleccionar el idioma de las voces desde el menú de opciones. No obstante, recomendamos jugar con unos buenos auriculares para obtener una experiencia más enriquecedora.

 Conclusiones

The Evil Within’ se presenta como uno de los proyectos más ambiciosos de los últimos años dentro del terreno del survival horror, ya que si bien es cierto que acumula más acción que los juegos de género puro, la equilibrada combinación de ambos elementos ha permitido a Mikami transmitir a los jugadores el agobio y la tensión necesaria a gracias a un sistema de juego que se adapta a la perfección con las exigencias de la nueva generación. La trama está muy bien trabajada, la jugabilidad aguanta a la perfección y tiene la virtud de no evaporarse una vez establecida la primera toma de contacto. A todo esto hay que sumar la gran cantidad de situaciones dispares que nos esperan. En definitiva, una opción muy recomendable para  los seguidores del género y para aquellos que quieran disfrutar de una obra con personalidad propia.

 

 

The Evil Within - El mundo del mal

 

 

  • Título: The Evil Within
  • Género: Survival Horror
  • Fecha de Lanzamiento: 14/10/2014
  • Plataforma: PS4, Xbox One
  • Soporte: Bluray
  • Desarrolladora: Tango Gameworks
  • Productora: Bethesda Softworks
  • Distribuidora: Bethesda Softworks
  • Multijugador: No
  • Manual: Castellano
  • Idioma: Castellano
  • Voz: Castellano
  • PEGI: +18
  • Precio: Consultar

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