Con esta pequeña introducción damos paso al título que ahora nos ocupa: ‘Surviving Mars’, o, de lo que comentábamos en el párrafo anterior, cómo sobrevivir en marte. El videojuego, desarrollado por Haemimont Games y distribuido por Koch Media, trata de ofrecernos la visión más estratégica de lo que sería la vida humana en Marte. ¿Nuestro objetivo? Asentar los diferentes puntos del planeta rojo, alcanzar una autosuficiencia rentable tanto a nivel económico como a nivel productivo, extraer los materiales más raros que esconde el planeta y, poco a poco, poblar Marte como salvación y esperanza de la humanidad. Todo esto, por supuesto, teniendo en cuenta que estamos en un planeta hostil, sin oxígeno y con más peligros de los que es consciente la NASA. Veamos qué nos ofrece ‘Surviving Mars’ en Xbox One, PlayStation 4 y compatibles.
Un futuro rojo para la humanidad
Colonizar Marte no es una tarea sencilla, y el videojuego se encarga de recordárnoslo cada cierto tiempo. A diferencia de otros exponentes del género, ‘Surviving Mars’ deja todo a disposición del jugador para que sea éste quien explore y aprenda, a través del ensayo y error, a construir su asentamiento. Esto significa, por una parte, que nos olvidamos de pesados tutoriales que rompen el ritmo de la partida; pero, por otro, significa que en más de una ocasión habremos desperdiciado dinero y recursos en construir algo que, en realidad, no nos hacía falta.
Y es que, antes de comenzar cada partida –el videojuego carece de un modo campaña-, tendremos que seleccionar varios parámetros para hacer que la experiencia de juego se adecúe a nuestras necesidades. Desde el patrocinador de la misión y el perfil del comandante –lo que afectarán inevitablemente a la dificultad de la partida, tanto a nivel de recursos como a nivel económico-, pasando por el logotipo de nuestra colonia y los misterios que habrá que resolver. A partir de ahí tendremos que escoger en qué posición del planeta nos ubicamos, teniendo en cuenta los recursos adyacentes y las posibilidades de expansión. Hecho esto, ya podremos mandar a nuestros primeros drones para “allanar” el terreno a la raza humana.
La construcción de cúpulas es imprescindible para atraer a los primeros colonos, pero también será necesario mantener el flujo de energía y recursos para que la mano de obra humana no muera por el camino. Aquí entran en juego numerosos detalles que, poco a poco, iremos integrando como jugador para aprender a gestionar correctamente la vida planetaria. Cualquier construcción consume hormigón y polímeros: los habitantes necesitan agua, comida y oxígeno; los edificios, electricidad; y así, poco a poco, van abriéndose multitud de parámetros nuevos y retos que el jugador va descubriendo, con esfuerzo y paciencia. Por supuesto, los niveles de dificultad más altos harán las delicias de los más dedicados, pero debemos decir que la falta de tutoriales específicos, el diseño de la interfaz y la caótica enciclopedia ya hacen de la primera partida difícil per se; más aún si decidimos activar –o somos cómplices de- los desastres naturales como tormentas de polvo o lluvias de meteoritos. También podremos pedir ayuda a la Tierra si vemos que estamos en un punto muerto, aunque esta opción es cara y tarda algunos días en hacerse efectiva.
Hablando del control, si bien es cierto el videojuego funciona perfectamente en un ordenador gracias al binomio formado por teclado y ratón, hemos tenido serios problemas para organizar nuestro sistema de juego con un mando. El ritmo del videojuego es lento, y no por ello es menos divertido; sin embargo, el uso del mando –tanto el de Xbox One como el de PlayStation 4- resta algunos puntos a la jugabilidad aunque termine disfrutándose. Pausar el juego para hacernos con una panorámica de nuestra civilización, comprobar los objetivos, ver las necesidades de nuestros trabajadores, confirmar que no hay ningún edificio que requiera mantenimiento y estar preparados para cualquier peligro hostil son tareas que, en videoconsola, pueden llevarnos más del doble de tiempo que con el ordenador.
Dejando atrás el realismo
A nivel técnico, ‘Surviving Mars’ es una obra con un sabor propio. El videojuego no es nada sorprendente a nivel técnico, aunque sí utiliza una paleta de colores y un estilo gráfico que convencen desde el primer momento. Tanto los edificios como los personajes, así como las infraestructuras tienen un cierto sentido dentro de las necesidades de la colonia, al mismo tiempo que desprenden un estilo pintoresco que le sienta genial al título de gestión. La música, por su parte, es escasa, aunque sí bastante variada gracias a las diferentes emisoras que tendremos a nuestra disposición, y las pocas voces –en inglés- que suenan por los altavoces son suficientes para transmitirnos una sensación de soledad adecuada.
Los textos, por otra parte, han llegado en castellano en la edición de ordenador, no así en las versiones para videoconsola. Este incomprensible error puede solucionarse, en videoconsolas, configurando la región de las plataformas en américa latina, dando resultado a una traducción al español neutro que elimina en gran parte la barrera idiomática. Esperemos que el estudio esté al tanto de este aspecto, ya que la falta de guías y traducción puede echar para atrás a cualquier jugador interesado en explorar los recursos marcianos.
Conclusiones
‘Surviving Mars’ no supone ninguna revolución más allá de su premisa: colonizar Marte. Si bien es cierto el videojuego cuenta con la suficiente profundidad como para mantenernos enganchados durante decenas y decenas de horas, la escasa curva de dificultad, la falta de pequeñas guías para los detalles más mínimos –que pueden echar al traste toda una construcción- y la adaptación a videoconsolas, hacen que el videojuego no alcance la excelencia. Como título de gestión, la obra cumple sobradamente, sobre todo si lo disfrutamos en ordenador, donde recomendamos, si es posible, optar por esta edición.
En cualquier caso, el título entra con fuerza dentro del género de la estrategia, basada sobre todo en la formación de la civilización dejando a un lado el aspecto más ofensivo del género estratégico. Quizá sea por ello que el juego carece por completo de modo multijugador –ni competitivo, ni cooperativo-, algo que, esperamos, se introduzca en el futuro o en una hipotética segunda parte. Aún con todo, explorar Marte desde el aire y ver a nuestra fuerza de trabajo –robótica y humana- construir un nuevo mundo es, cuanto menos, extraordinario.
SurvivingMars Launch Trailer
