Una vez más, SEGA, se conjura para revolucionar su franquicia más representativa, pero no sería saludable obviar que la empresa lleva años coqueteando con otros experimentos como ‘Sonic Adventure’ y ‘Sonic Unleashed’, que, en retrospectiva, estaban lejos alcanzar niveles destacables. Lo que aporta ahora la fórmula de zona abierta es la posibilidad de correr, a la velocidad de la luz, de sentir como nunca lo rápido y duro que puede llegar a ser Sonic en campo abierto y para terminar de construir el sueño de sus muchos seguidores, niveles inauditos de exploración y un gran arsenal de habilidades.
La revolución llega a la franquicia
Para empezar, es importante dejar claro que se trata de una producción sin precedente en la historia de la franquicia. Como fundamento limita las secuencias que implican la rígida fórmula clásica con fases lineales y la anexiona a un formato que ofrece el nivel de libertad y contenido con el que sus seguidores han soñado desde principio de siglo. En otras palabras, si, ‘Sonic Frontiers’ marca el amanecer de una nueva era que da comienzo cuando Sonic, Amy y Tails viajan hasta las misteriosas Islas Starfall después de detectar señales de Chaos Emeralds. Sin embargo, el grupo es absorbido por un portal dimensional y el valiente erizo despertará separado de sus amigos en un extraño mundo digital, creado por una antigua civilización que dispone de una tecnología extremadamente avanzada.
Aislado y atrapado en un mundo desconocido, Sonic debe descubrir los secretos de estos parajes digitales enfrentándose a peligros nunca vistos y rescatar a sus amigos, atrapados entre la dimensión real y la digital, antes de que sea demasiado tarde. El desarrollo de la trama no decepciona y se permite un tono más adulto que paulatinamente se revela a medida que el jugador explora las cinco islas disponibles. También hay una generosa dosis de rompecabezas y objetivos secundarios, cuya finalidad además de extender la experiencia en base a su variedad, es descubrir detalles suplementarios sobre la trama y los personajes, algo que enriquece la narrativa en su conjunto. Evitamos entrar en detalle, pero el estreno de una inteligencia artificial llamada Sage, es sin duda el personaje original más interesante que ha creado la factoría SEGA durante la última década y tiene un gran potencial, no solo aplicable al, ahora, brillante futuro de la serie. En general, el balance de la historia es realmente positivo. La orientación del guion es mucho más introspectiva a lo que estamos acostumbrados, con personajes compartiendo sus motivaciones en medio de una situación desesperada. Incluso hay menciones a eventos de juegos anteriores de la era clásica y moderna, como ‘Sonic 3 & Knuckles’ y ‘Sonic Unleashed’.
Sonic se moderniza y lo hace muy bien
En realidad, la renovación de la marca se asienta sobre tres pilares que se han logrado conjugar con notable éxito. El primero, sin duda, es el mundo abierto. La exploración por escenarios enormes repletos de actividades y secretos con algo nuevo que descubrir en cada rincón resulta una actividad muy entretenida y placentera. Sin embargo, la fórmula no renuncia por completo a las propuestas lineales tradicionales, a las que ahora se accede a través de los portales del llamado Ciberespacio.
Estos proponen áreas en 2D/3D que el erizo ya conocía de otras aventuras, como, por ejemplo, Green Hill, Chemical Plant y Sky Sanctuary, y superar, al menos, uno de los objetivos es necesario para desbloquear las llaves, que, a su vez son indispensables para obtener las Chaos Emeralds. Vale la pena señalar que estas etapas necesitan unos engranajes para desbloquearse, que se obtienen luchando contra enemigos y jefes. En todo caso, las secciones de este segundo pilar ofrecen desafíos similares a los clásicos, pero su cambio de localización y consideración es especialmente simbólico, ya que asigna a la fórmula anterior el nivel de importancia que hoy en día tiene: el de una actividad complementaria, no la de un juego completo.
Un sistema de combate para conservar
El tercer elemento nuclear de ‘Sonic Frontiers’ se localiza en su nuevo y flamante sistema de combate, que apuesta por un árbol de habilidades y combos dignos de éxitos donde imperan fluidas mecánicas de combate cuerpo a cuerpo. Se trata, sin duda, del planteamiento de combate más complejo de toda la franquicia, con diferentes combinaciones de botones para cada tipo de movimiento. Aunque no se trata de un elemento netamente ofensivo, otra característica a destacar nos obliga a mencionar una habilidad que permite a Sonic moverse alrededor de objetos y enemigos para revelar secretos, activar mecanismos o simplemente infligir daño. Hay muchos oponentes, incluso alguno de sus colosales jefes que se pueden derribar con esta función. Con ella, también es posible reponer anillos a voluntad, lo que asegura que nuestro héroe se desplace a máxima velocidad por el escenario.
Durante la progresión por las diferentes localizaciones, los jugadores también deben acumular numerosas semillas rojas y azules, que representan ataque y defensa, respectivamente. Se emplean para aumentar las estadísticas del erizo cuando se intercambian con determinados personajes que se pueden encontrar repartidos por las islas. También nos toparemos con pequeñas criaturas llamadas Kocos, los cuales se pueden recolectar para aumentar la velocidad del erizo y la capacidad máxima de acumular anillos. Esto nos lleva, entonces, al ciclo de juego de ‘Sonic Frontiers’.
Atrapados entre dos dimensiones: la dimensión real y la digital
Para poner fin a la aventura tendremos que superar las etapas del ciberespacio para obtener llaves, desbloquear las siete Chaos Emeralds y vencer a los intimidantes jefes que recorren cada una de las cinco islas, explorar los territorios y rescatar a nuestros amigos de un destino digitalizado. Para recuperarlos físicamente, existe un requisito más: debemos recolectar unos fragmentos llamados "elementos mnemotécnicos" que permiten avanzar en la historia y proporcionan líneas de diálogo secundarias que aportan aún más contexto al nuevo mundo. Al mismo tiempo es posible completar variados desafíos secundarios, además de rompecabezas ambientales que nos permiten despejar áreas completas del mapa y localizar muchos de los secretos que se reparten a lo largo y ancho de las cinco Islas Starfall.
Si te parece un poco confuso, no es de extrañar. Hay muchos elementos que recolectar, aunque por fortuna no lleva mucho tiempo darse cuenta del propósito de cada uno y no es necesariamente un inconveniente, ya que funcionan de manera muy orgánica con la misteriosa argumentación del juego. Para completar el círculo, aún puedes recolectar unas monedas moradas, que sirven para obtener premios en minijuegos y los clásicos anillos, que garantizan la supervivencia de nuestro héroe de un metro de altura y aumentan exponencialmente su velocidad cuando alcanza el máximo número posible de anillos dorados.
A grandes rasgos para aquellos que disfrutan de la acción y la velocidad desenfrenada de la serie, el juego supone un soñado menú de tres platos y postre. Para los recién llegados, resulta sencillo adaptarse a las proporciones del juego e incluso es posible personalizar la experiencia de diferentes maneras, incluida la velocidad a la que se desplaza el erizo. Todo está enfocado para que este sea un viaje fructífero para todos los públicos, donde las enormes localizaciones acumulan gran cantidad de elementos para recolectar y coleccionar. Así que los jugadores orientados a la exploración y aquellos que aspiran a completar el 100% del videojuego tendrán que emplear algunas horas extra para rematarlo por completo. Esto convierte a ‘Sonic Frontiers’ en la obra con mayor nivel rejugable en la extensa historia de la franquicia.
Tan grande como puedas imaginar
‘Frontiers’ es un juego visualmente agradable, pero la apuesta por un mundo abierto de estas proporciones es algo inédito para Sonic Team. Lo más llamativo es la configuración de los entornos y la dirección de arte, que proporciona estructuras, enemigos y recursos tan diversos como interesantes. Las islas presumen de arquitecturas de lo más diverso, sin generar problemas de rendimiento y logrando mantener una velocidad de cuadros estable. A su vez, la escenografía apuesta mostrar fuertes dosis de melancolía reforzando el hecho de que Sonic se encuentra aislado, lejos de sus seres queridos en peligro.
El título nos llega con un destacable trabajo en la localización en castellano y en su banda sonora despuntan las pausadas notas de piano que refuerzan estas sensaciones. Los juegos de Sonic han sido históricamente reconocidos por su música, y ‘Frontiers’ seguramente competirá entre lo más destacado de 2022. En las etapas del ciberespacio, el ritmo se vuelve más frenético con música electrónica, mientras que, por ejemplo, en los combates contra jefes importantes, también está presente el rock tradicional por el que destaca la serie.
Conclusiones
Muchas de las características que se han replicado durante las tres décadas de existencia de Sonic encuentran representación en ‘Sonic Frontiers’. Gran parte de sus elementos son tremendamente familiares, pero aquí la ejecución es algo completamente diferente, y sin duda, aporta una renovación y una revolución en términos generales que muchos pensaban que nunca alcanzaría la franquicia. Se equivocaban. El trabajo del Sonic Team llega para establecer una nueva etapa en la trayectoria del querido erizo azul.
La experiencia que sirve ‘Sonic Frontiers’ es legítimamente las más completa, divertida e innovadora en la historia de la franquicia. Incluso es legítimo defender que es su mejor juego en décadas, muy por encima de títulos de culto como los ‘Sonic Adventure’. ¿Las razones? Repleto de contenido y aderezado con un sistema de combate muy bien elaborado, la fórmula abierta es audaz y aporta unos niveles de libertad sin precedentes, algo que facilita la senda hacia un futuro brillante para la serie. Será interesante comprobar como SEGA aplicará y ajustará el conjunto lúdico en próximos lanzamientos, ya que el formato demuestra un potencial gigantesco.
Sonic Frontiers – Tráiler lanzamiento