El imperio de los Saints
La franquicia ‘Saints Row’ comenzó como uno de esos intentos de reinventar la exquisita fórmula propuesta por ‘Grand Theft Auto’; una ciudad completamente funcional en la que realizar tareas conflictivas, con toma de decisiones que afectan a la historia y libertad para tomarnos todo el tiempo del mundo para conocer cada rincón de la urbe. A medida que la licencia fue cobrando éxito en posteriores entregas, nuevas mecánicas fueron incluidas en su desarrollo, aportando cada vez más humor a sus entrañas y componiendo una masa de fans que esperan, como si del título de Rockstar se tratara, su ración de demencia en forma de videojuego.
La premisa máxima de la franquicia, sin embargo, es el abundante humor que acompaña en todo momento nuestras partidas. Un humor que pocas veces se ha visto en un videojuego, así como centenares de referencias a otros títulos de la industria, a películas de televisión e incluso a la propia industria en sí. ‘Saints Row IV’ no sólo ridiculiza la industria del videojuego a su antojo, sino que, además, es consciente de sus fallos y se ríe de si misma sin tapujo alguno, y será disfrutado ya sea sólo o en compañía.
Nada más comenzar la aventura nos encontraremos con un pequeño capítulo introductorio, que sirve para conocer el ascenso de nuestro antihéroe a la presidencia de los Estados Unidos. Bien armados, nos dirigimos a eliminar una célula enemiga, con tan mala suerte que un misil nuclear es lanzado contra Washington, haciendo que nuestro intrépido protagonista se agarre a él en pleno vuelo para destruirlo a puñetazo limpio mientras nuestros compañeros lamentan nuestro heroico acto y Aerosmith toca ‘I Don’t Wanna Close My Eyes”.
Y es que, sin ningún tipo de duda, el mayor atractivo que ofrece este ‘Saints Row IV’ es su magnificencia a la hora de abordar situaciones cómicas con estilo. No sólo hablamos de una banda sonora que se amuebla a las exigencias de los acontecimientos, sino que la gran mayoría de disparatadas situaciones esbozarán más de una sonrisa entre los jugadores, ya sean nóveles o adictos al género. No importa, ‘Saints Row IV’ es un videojuego de humor y acción constante, que no dejará indiferente a nadie.
Después del aterrizaje en el despacho oval, literalmente hablando, construiremos nuestro personaje en un potente editor que nos permitirá escoger los rasgos más característicos del protagonista: sexo, ojos, cara, facciones, peso, pendientes, etcétera. Curioso el hecho de que podamos escoger entre diversas voces, como por ejemplo “Hombre 1”, “Hombre 2”, Hombre 3 y Nolan North, actor de doblaje muy conocido dentro del mundo y que ha prestado su voz en franquicias como ‘Uncharted’ y ‘Assassin’s Creed’.
Cinco años después del estrellato comienza propiamente ‘Saints Row IV’, con la raza humana al borde de la extinción tras la aparición de unos alienígenas que comienzan a recrearse con las mentes humanas, momento en el que nosotros, como máximos mandatarios del planeta, tendremos que armarnos de valor para salvar los resquicios de vida que quedan, tanto en el mundo real como en el virtual. Y es que, el submundo que ha preparado Volition para la ocasión difiere de lo visto hasta el momento en la franquicia.
Locura a toda pastilla
Así pues, el mundo de ‘Saints Row IV’ se compone de dos partes. La primera y más realista será la tierra de las oportunidades, donde encontraremos mecánicas conocidas dentro del género y la serie; por otra parte, gran parte de la aventura la pasaremos dentro del mundo virtual Steelport, un código fuente donde podremos aumentar los atributos del protagonista hasta límites insospechados gracias a los clústeres repartidos por el mapa.
De manera similar a lo visto en ‘Crackdown’, en Steelport podremos correr a velocidad vertiginosa o realizar saltos de varios centenares de metros sin que nuestras rodillas se resientan. Dentro de este submundo, encontraremos numerosas actividades delirantes e imprudentes que llevar a cabo, siempre teniendo en cuenta que los alienígenas están absorbiendo la vida humana del planeta. Así, mientras destruimos los nodos alienígenas, podremos coger un tanque y destruir media ciudad a contrarreloj, fingir un accidente de tráfico dejando caer nuestro cuerpo a los vehículos –asegurando carcajadas constantes-, o simplemente distraernos en las tiendas del lugar, personalizando nuestra banda o actualizando nuestro equipo y armas. No hay reglas, ni un camino prefijado, por lo que es el jugador quien toma la decisión de hacer una misión u otra en todo momento.
Uno de los distintivos que más nos ha gustado dentro el videojuego ha sido la distribución de las misiones, tanto principales como secundarias. Todas las misiones las podremos activar desde el menú del juego, y mientras que las principales recorren el estrecho guión, las secundarias aportan ese grado de locura tan necesario dentro de la aventura. De hecho, una de las armas imprescindibles de conocer, la dubstepadora –o cómo aniquilar enemigos a ritmo de dubstep-, únicamente la conseguiremos si completamos misiones secundarias. Resolverlas hará nuestra experiencia en Steelport una auténtica locura.
Pero todo este caos y destrucción tiene un lamentable precio, que hay que señalar puesto que afecta negativamente a la jugabilidad. Hablamos de la tasa de imágenes por segundo, que, en gran parte de las situaciones que nosotros mismos provoquemos, se verá resentida hasta afectar ralentizar nuestros movimientos. El motor gráfico aguanta el tirón durante los momentos de exploración, pero flaquea a la hora de representar auténticas masacres. Los gráficos, sin llegar a ser impresionantes, cumplen perfectamente, aunque nos encontraremos con alguna que otra animación ortopédica fuera contexto.
Otro de los problemas que nos hemos encontrado en ‘Saints Row IV’ y que ocurrió también en anteriores entregas de ‘Grand Theft Auto’ es su doblaje, que ha llegado íntegramente en inglés. Parece evidente que en la gran mayoría de títulos, con disponer de unos subtítulos traducidos a nuestro idioma basta. Sin embargo, en un videojuego tan rápido como éste, los subtítulos nos obligarán a detener la partida, o en el peor de los casos, dejaremos de prestarles atención para enfocarnos en eliminar al enemigo.
Por otra parte, la banda sonora es una de las grandes protagonistas del videojuego. A las emisoras de rock y música clásica se unen la frescura de la música electrónica y el caos absoluto de las últimas tendencias urbanas: el dubstep. La gran cantidad de situaciones que ofrece la aventura mezclada con el ritmo de la emisora que escojamos –podremos hacer listas de reproducción para escoger las canciones que nosotros mismos queramos escuchar- hace que nuestro paso por Steelport sea, cuanto menos, gratificante. Detalle significativo que en momentos prefijados aparezca una canción determinada, como por ejemplo ‘What is love (Baby don’t hurt me)’, que tiene una aparición estelar en una sensacional huida, dándole un toque cómico a la escena.
Pero además, debemos comentar que la radio está conectada directamente a nuestra cabeza –la realidad virtual lo permite, claro está-, por lo que no hará falta meterse dentro de un vehículo para escucharla. Esto nos permite, además de seleccionar nuestro canal favorito, llevar a cabo cacerías y masacres mientras escuchamos música motivadora, ayudando al jugador a meterse dentro del papel. Podremos robar y modificar a nuestro antojo un buen puñado de vehículos, aunque dentro de Steelport no será estrictamente necesario, puesto que correr a velocidad vertiginosa por la carretera es mucho más placentero que quemar neumático. Además, el videojuego incluye misiones cooperativas que podremos disputar a través de la red, conectándonos con otros jugadores para ejecutar nuestras intenciones en compañía.
Conclusiones
‘Saints Row IV’ puede ser visto con malos ojos por aquellos que jugaron a ‘The Third’ hace poco más de un año. El corto periodo de tiempo entre títulos puede hacer que los usuarios se pregunten sobre la calidad de la obra. Sin embargo, una vez comprobadas las virtudes de esta cuarta parte, sólo podemos confirmar que ‘Saints Row’ vuelve por la puerta grande, alzándose como uno de los proyectos más divertidos y surrealistas del mundo de los videojuegos. Las incontables referencias, guiños y homenajes –cercanos al plagio, incluso- están tan bien incluidos en la trama que será fácil que los jugadores se enganchen durante los primeros minutos de juego. La sensación de destrucción y caos es muy gratificante, pero, sobre todo, ‘Saints Row IV’ convierte y doblega al género haciendo una experiencia completamente hilarante, que no pueden dejar escapar ni los amantes del género ni aquellos que busquen pasar un buen rato entre caos y locura.
Saints Row IV - Hail to the Chief: Weapon ofMass Abduction
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Victor Moyano