De vuelta a la batalla
No obstante, ‘Diablo III’ no estuvo exento de algunas críticas derivadas de sus correspondientes errores, como la casa de subastas, o la falta de contenido High End (contenido para personajes de niveles altos que ya han terminado el modo historia y busquen objetos para aumentar estadísticas) y lo aleatorio y desequilibrado sistema de botín o loot/looteo. Pues bien, tras haber invertido entre seis y ocho horas hemos podido comprobar bastantes mejoras dentro del mundo de ‘Diablo III’. Los objetos que encontramos en cofres, enemigos y criaturas especiales son mucho más acordes a nuestra clase de personaje y mucho mejores a medida que vamos avanzando en la trama del nuevo episodio. Recordad que antes podíamos recorrernos un acto entero con objetos grises o azules sin más y los dorados no caían si los planetas no se alineaban. ¡Una lata, vaya!. Ahora veremos con más frecuencia esas codiciadas armas para hacernos repartir espadazos como aspas de molino mientras damos caza al ángel de la muerte, Malthael, en el nuevo capítulo. Parece ser que este ángel ha robado la piedra del alma negra y el mañana de la raza humana vuelve a peligrar. Evidentemente el jugador será el encargado de restaurar el orden y, como premio, podrá subir su personaje/personajes hasta nivel 70. La subida de nivel no es algo que esté costando demasiado en esta nueva era de Blizzard, pero en lo relativo a ‘Diablo III’ no sabemos si es por la fase beta o porque realmente va a subirse a esa velocidad. Tendremos que esperar para comprobarlo.
A nivel artístico también se han visto grandes logros, sobre todo en los escenarios del nuevo episodio, mucho más cercano a la oscuridad y al ambiente gótico que destilaba su antecesor, ‘Diablo II’. Y para seguir con la nostalgia de ‘Diablo II’ vamos a evaluar las primeras horas del nuevo personaje que podremos manejar; El Cruzado. Ese guerrero a medio camino entre un mago santo y un artista del combinado de espada y escudo. Estéticamente camina en la línea de lo medieval, con armaduras brillantes y trozos de tela con pelajes y a nivel funcional es devastador. Entre sus ataques cuerpo a cuerpo y sus hechizos podemos asegurar que si no es la clase que más daño por segundo acomete, poco le falta. Su barrido de escudo, uno de los primeros ataques alternativos que tendremos, es todo un alivio a la hora de deshacerse de un grupo de enemigos si nos vemos rodeados. No solo de golpetazos vive el cruzado, ya que también dispone de una habilidad especial donde el jugador podrá invocar a un corcel durante unos segundos y huir así de nuestros oponentes. Si bien nos gusta el estilo Daño Por Segundo (como con el Monje), este personaje os va a encantar y si nunca habéis tenido uno, os va a entusiasmar.
Aumento de nivel para fanáticos de la personalización
Dentro de la mecánica de ‘Diablo III’ podemos encontrar otra mejora. Esta vez en el sistema Paragon, mecánica que nos permitía aumentar las estadísticas punto a punto hasta cien veces. Para esta ocasión, Blizzard nos permitirá doblar la cantidad de puntos a obtener gracias al sistema Paragon 2.0, ampliación del parche Paragon que ya implementaron en la última actualización de ‘Diablo III’, pero esta vez seremos nosotros los que decidiremos qué atributos mejorar. Por último hay que destacar que ahora los puntos del Paragon también afectarán a todos los personajes de nuestra cuenta. Así que ahora es el momento de empezar a subir puntos de cara a la nueva ampliación para coger al cruzado y subirlo de manera mucho más sencilla. Como podéis observar, la personalización hondea en el mástil de Blizzard y, seguramente, el favor de antiguos y nuevos jugadores.
Los fanáticos de la personalización también están de enhorabuena. Como ya se había visto en ‘World of Warcraft’ (también de Blizzard), la transmutación y reforja de objetos fue un éxito y aquí también lo han querido incorporar. La reforja se basa en la eliminación de una característica o habilidad de un objeto por otro que nosotros quedamos pagando un coste. Y con la transmutación llamada Mística podremos dar forma a nuestros objetos para poder tener conjuntado a nuestro avatar virtual en armas y armadura.
Lo visto hasta ahora no es más que la punta del iceberg, porque aún nos queda otra modalidad de juego mucho más interesante de lo que podáis pensar. El modo “aventura”. Para resumir podemos decir que en este modo asumiríamos un papel de cazarrecompensas, donde nos darán vía libre por todo el mapa de cualquier acto sin tener que jugar las misiones previas para así cazar a determinados enemigos escogidos por la misión. Dentro de cada mapa tendremos que completar cinco grandes misiones aventura para optar al botín final. No es obligatorio, pero es altamente recomendado si queremos obtener grandes objetos, sumas de dinero y puntos de experiencia. Al igual que el juego clásico, este modo variará en misiones y objetivos cada vez que salgamos y entremos de él o del juego. Lo malo es que si no terminas todas las misiones antes de irte, perderás los logros de haber completado las misiones y tendrás que volver a empezar para desbloquear el botín final. No pierdes ni dinero ni objetos ni experiencia, solo la muesca o marca de haber completado dicha misión. Lo bueno del modo aventura es que puedes escoger entre subirte el personaje con el modo historia clásico o subírtelo a base de golpetazos en caso de que ya hayas jugado varias veces la historia o, simplemente, no te apetezca. Hay zonas con un “boost” o “turbo” de experiencia y recompensa para compensar el hecho de que nos saltemos zonas intermedias entre jefe y jefe y podamos acumular el mismo nivel de experiencia, objetos y dinero que si jugásemos al clásico modo historia. Mucho más dinámico, variado y divertido.
Dentro del nuevo sistema de recompensas hay que añadir que, en ocasiones, encontraremos esferas extrañas llamadas Nephalem Rifts, que nos abrirán portales a mazmorras que, según parece, tendrán una distribución de forma, enemigos y recompensa completamente aleatoria. A estas mazmorras no hemos podido acceder en esta fase beta, pero mentiríamos si dijésemos que nos hemos quedado con las ganas de probarlas. Otra recompensa al completar misiones es un nuevo tipo de moneda que se otorgan en menor número y que podremos canjear por objetos aleatorios: anillos, colgantes, armas, armaduras, etc. O bien podemos guardarlas y canjearlas por futuros premios mayores, como packs de objetos aún por desvelar.
Conclusiones
‘Reaper of Souls’ parece ser lo que a primera vista necesitaba ‘Diablo III’. El nuevo contenido tiene todo lo hace falta para que Blizzard vuelva a enamorar a sus jugadores, y permitir que todos volvamos a revivir aventuras ya conocidas pero de otra forma, con más profundidad y mayor equilibrio. 2014 va a ser, desde luego, un año decisivo para Blizzard, donde se jugará la partida con esta primera carta. ¿Cumplirá las expectativas? ¿Volverá a atraer a sus jugadores y logrará incorporar nuevos? Todas estas dudas quedarán resueltas el año que viene, pero de momento y por nuestra parte solo podemos aconsejaros que vayáis afilando las espadas.
Diablo III: Reaper of Souls - Gameplay Teaser
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Francisco Lara