Con estos ingredientes se ha forjado ‘Nubla’, una producción independiente que llega en forma de aventura gráfica bidimensional en exclusiva para el mercado digital de PlayStation 4. ‘Nubla’ no es un videojuego propiamente dicho, es un interesante un recorrido por las obras más emblemáticas del museo con tintes interactivos, dedicado, casi en exclusiva a los amantes del arte y a los pequeños de la casa.
De cuadro en cuadro
El título comienza ofreciendo al jugador la posibilidad de escoger entre un niño o una niña, que a efectos prácticos son más que similares. La historia arranca presentando al personaje hasta que altas horas de la noche una serie de personitas comienzan a hacer aparición, saltando entre cuadros e invitando al protagonista a descubrir los misterios que esconde el museo. A partir de ese momento, arte y videojuegos se dan la mano en un inesperado viaje que puede completarse en poco más de una hora si somos lo suficientemente diestros como para resolver los pequeños puzles que propone. Uno basado en el popular juguete Simón, otro centrado en obtener el objeto que falta en un cuadro, un reto de físicas… y poco más. La historia es una mera excusa para recorrer los escenarios más pintorescos, todo con un lujo de detalles y contrastes: surrealismo, expresionismo y cubismo, entre otros estilos artísticos, tienen presencia en ‘Nubla’, con un ritmo que ofrece al espectador un constante choque de realidades.
Puerta de entrada al arte
En este punto, resulta más gratificante mantener el personaje quieto y centrar la atención en los escenarios que continuar con la retahíla de puzles. De hecho, es bastante frecuente ver a los más pequeños quedarse embobados frente al televisor. Y es que ‘Nubla’ no podría estar mejor planteado a ojos de los más pequeños de la casa.
El apartado audiovisual, sin demasiadas florituras, cumple perfectamente su función. Las resoluciones de los cuadros y la expresión artística quedan muy bien reflejadas en nuestro televisor. La situación no se repite, sin embargo, con el movimiento de los personajes, así como con algunos errores gráficos que empañan en menor medida la experiencia de juego: personajes que traspasan paredes, pocas animaciones y algunos errores en las físicas son elementos que piden a gritos ser corregidos mediante un parche. Sin ir más lejos, la animación de flotar por el escenario –privilegios del protagonista para recorrer los escenarios- es la misma que pisando tierra firme.
Quizá por estos motivos dejábamos a ‘Nubla’ como un producto derivado del mundo de los videojuegos. La creación, con sus buenas intenciones logra transmitir a nivel artístico. A nivel jugable, en contraposición, no difiere demasiado de producciones básicas en flash, errores incluidos. A todo esto se suma la poca versatilidad de los objetivos, que se reducen a recorrer pasillos y objetos.
Conclusiones
En cualquier caso, ‘Nubla’ acierta en el terreno de los más pequeños y supone un método razonable para introducir a los niños en el mundo del arte y los videojuegos, siempre que no hayan experimentado, antes de tiempo, producciones genéricas de acción. De hecho, sus mecánicas son muy adecuadas entre aquellos que estén dando los primeros pasos en la industria del videojuego, despertando su curiosidad y creando una aventura que, aún con sus errores técnicos, despierta tantas ilusiones como sonrisas. Además, el juego aparece a un precio de venta bastante reducido, de modo que suena ideal para compartir tiempo con los niños antes que proponer producciones con un mínimo de violencia. De hecho, hacen falta más títulos como ‘Nubla’, obras que aporten algo más de lo que recogen. En definitiva, ‘Nubla’ es una producción interactiva que con toda modestia consigue con éxito acercar el arte, en este caso las obras más características del museo Thyssen-Bornemisza al mundo del videojuego.
Nubla - Tráiler