Need for Speed: Most Wanted

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Analisis

Need for Speed: Most Wanted

Escrito por Domingo, 11 Noviembre 2012

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Need for Speed: Most Wanted supone ya de inicio la combinación de dos grandes nombres. El primero se recoge de la conocida y desprestigiada franquicia de Electronic Arts, mientras que el segundo interpelado no es otro que Criterion Games, la compañía responsable de la serie Burnout. Un equipo que no ya no tiene la obligación de demostrar sus conocimientos sobre el tratamiento del asfalto en sus modos más radicales. Con la responsabilidad de recuperar el prestigio de la serie tras algunas entregas insuficientes como Need for Speed: The Run, la compañía ha decidido reciclar el espíritu y las maneras de un concepto clásico de la serie: Most Wanted. El resultado de esta explosiva combinación nos deja uno de los juegos de velocidad más importantes de este año, por no hablar de uno de los juegos más interesantes de este 2012.

Locura absoluta desde el primer minuto

Need for Speed: Most Wanted tiene muy claras sus intenciones. Desde el principio el jugador es libre de conducir, visitar y conocer la ciudad en la búsqueda de nuevos coches y eventos. Con el disco todavía frío en las entrañas de la consola y llevados en volandas por un sensacional tema de Muse, el jugador se introduce sin ningún preámbulo en los conceptos básicos del juego y, cuando menos se lo espera, ya se encuentra en el centro de la acción. No hay tutoriales largos o lentos, tan solo muestra lo que hay para evidenciar, como funciona todo. Criterion asume que cualquiera se ha acercado a un juego de velocidad o tiene experiencia con los juegos de carreras y, por lo tanto, no cae en el error de subestimar al jugador, un espíritu que impregna toda la experiencia con el juego. Un claro ejemplo es la ausencia de menús. Mediante el botón de pausa se pueden escoger varias opciones, como reiniciar una carrera, salir del juego o acceder a las opciones. El sistema Easy Drive es el encargado de proporcionarnos la información relativa a las competiciones, pruebas y sus emplazamientos. Funciona perfectamente pero supone un ejercicio complicado para manos inexpertas, ya que en su afán de no dejar de quemar combustible en ningún momento, el sistema se controla mientras se conduce. Es decir, mientras circulamos podemos acceder a opciones como buscar una carrera, competir contra uno de los más buscados, modificar el coche con las mejoras que hemos acumulado, todo con el juego en movimiento.

Fairhaven Paradise

Los 32 coches disponibles en el juego se pueden encontrar desde el primer minuto. Una vez localizados, lo único que tiene que hacer el jugador es pulsar el correspondiente botón para utilizarlos, lo que puede ser una táctica muy efectiva para esquivar a la policía. Una vez subidos en cada coche, el sistema Easy Drive nos indicará las carreras y retos que implica cada coche hasta terminarlos. Las pruebas se realizan en la ciudad de Fairhaven, una ciudad típicamente Burnout, con grandes avenidas, largos puentes con varias alturas, muchos atajos, callejones y zonas forestales e industriales. Un entorno perfecto para disfrutar del juego.

El juego también incorpora el sistema Autolog, el cual permite que cada velocidad punta alcanzada, cada tramo de cuidad recorrido en velocidad record, que cada salto, cada velocidad máxima en los radares de velocidad, el tiempo y puntos de cada carrera sean registrados y puntualmente notificado a tus amigos para informarlos de quién manda sobre el asfalto. Este multijugador sin necesidad de competir directamente con otros jugadores se complementa con el modo ordinario que implementan los juegos de carreras. Es decir, al entrar en un grupo, todos los pilotos deben dirigirse a un punto de encuentro para comenzar los eventos. Estos son divertidos y variados, pues van desde las típicas carreras hasta los eventos como el salto más alto o el más largo, saltar sobre otros coches desde una azotea y uno el cual el jugador debe aguantar la mayor cantidad de tiempo posible sobre una posición sin mover el coche. En resumen, no hay necesidad de jugar en línea para subir de nivel en el ranking. Por supuesto, la progresión es mucho más rápida si el usuario tiene espíritu competitivo y participa en carreras. Aún así, el título es totalmente abierto y depende de cada uno crear su propia experiencia y disfrutar de la manera que prefiera.

Juego sucio

A pesar de presentar un juego más duro y macarra, que por otro lado, es algo que necesitaba la serie para despertar de las últimas entregas de pesadilla y sobre todo de mantenerse alejado de Need for Speed: The Run en la mayoría de sus aspectos, Most Wanted también cuenta con el legado maldito de su predecesor: el juego punitivo. No hay nada absurdo que continuar cabreado con el jugador, lanzándole todo el tráfico o manipulando la física de las colisiones contra él. Cualquiera que trate de conducir como un as con un coche potente a altas velocidades, no solo tendrá que hacer frente a la policía, que no es poco, además tendrá que soportar el exceso de agresividad del resto de conductores. El hecho de que el sistema de colisión es extremadamente sensible tampoco ayuda. Se pueden mejorar los coches para que sean más resistentes, pero aún así, hay coches que se destruyen con poco más que rozarlos, algo simplemente poco realista. De todos modos, la locura al volante nunca había sido tan divertida.

Acabados de lujo

Toda la emoción de las pruebas ilegales se viste con una serie de gráficos impresionantes, hermosas texturas del asfaltado y los coches modelados a la perfección, algo que se refleja en la coherente aplicación de la suciedad con la que circulan los coches en la vida real. Criterion también ha acertado en el tratamiento de las partículas, la creación de entornos dinámicos que mejoran la sensación de inmersión y contribuyen a que el juego sea aún más emocionante. Por ejemplo, correr contra el sol mientras se oculta a la vista del jugador es un enorme espectáculo, al igual que competir en ambientes arenosos acompañados por grandes nubes de polvo que impiden ver lo que hay por delante. La única crítica destacable en el plano gráfico es la baja gama de opciones disponibles en los modos de cámara. Hay sólo dos: la parte delantera del capó o la visión desde detrás del coche. De manera que los amantes de la velocidad se quedan con las ganas de conducir desde el interior del coche y de ver los cuadros de los vehículos o el movimiento de los coches al volante. A pesar de algunos problemas, es justo afirmar que nos encontramos ante una de las mejores representaciones visuales de juegos de velocidad en esta generación.

En los momentos de colisión, el sonido se eleva hasta un nuevo nivel. Además de los sonidos que reflejan el dolor de metal retorcido y la destrucción completa de los coches, los chillidos del vehículo se acompañan por el sonido de decenas de fragmentos de vidrio y piezas de los vehículos que, ahora se encuentran dispersos en todo el asfalto. El resultado es tan sorprendente como aterrador. Por otro lado, tanto la banda sonora que nos acompaña como las voces en castellano están al nivel de la producción con elevados grados de calidad en ambos casos.

Conclusiones

El legado de Criterion Games ha permitido que Need for Speed regrese a sus días de máxima gloria con este Most Wanted. La séptima generación de consolas ya ofrece señas inequívocas de cansancio. Sin embargo, no es exagerado afirmar que estamos ante uno de los mejores juegos del año y uno de los títulos de velocidad más importantes de generación. Y es que Need for Speed: Most Wanted es una apuesta segura que además está indicado incluso para los que no son especialmente dados a los juegos de carreras, pues por momentos es capaz de presentarse como una firme declaración de lo que PlayStation 3 y Xbox 360 todavía son capaces de ofrecer.