El estudio desarrolló en 2004 Rome Total War, que contó con dos expansiones Barbarian Invasion, que se lanzó un año más tarde y Alexander, que llegaría a las tiendas en 2006, mismo año en el que la compañía desarrolló Medieval Total War 2 y su expansión Kingdoms, que fue lanzado en 2007. Pasaron dos años hasta que llegó a nuestros ordenadores Empire Total War, y ahora un año después, la desarrolladora lanza para satisfacción de los millones de seguidores de la saga, Napoleon Total War, la sexta entrega de la franquicia que ha sabido combinar de forma excepcional el RTS táctico con la estrategia por turnos.

Jugabilidad

La nueva entrega de Total War fija su mirada en uno de los mayores estrategas de la historia: Napoleon Bonaparte, militar y gobernante francés que adquirió el control de casi toda Europa Occidental y Central mediante conquistas o alianzas y sólo fue, tras su derrota en la Batalla de las Naciones cerca de Leipzig en octubre de 1813, cuando se vio obligado a abdicar. Regresó a Francia en lo que es conocido como los Cien Días y fue decisivamente derrotado en la Batalla de Waterloo en Bélgica, el 18 de junio de 1815, siendo desterrado por parte de los ingleses a la isla de Santa Elena, donde falleció. Una de las principales características de Napoleon fue el revolucionario método estratégico con el que planteaba las batallas, lo que le supuso salir victorioso en contiendas en las que se le planteaban situaciones imposibles.

En esta ocasión Creative Assembly nos propone un cambio sustancial a la hora de afrontar el juego, ya que no sitúan al jugador directamente al mando de una nación que debe conquistar territorios, y se centra en la carrera militar de Bonaparte. El trabajo de los documentalistas que han participado en el desarrollo del título hace posible que los seguidores de la franquicia de estrategia en general y los amantes de la historia puedan disfrutar de batallas, indumentarias y de todo tipo de armamento con total fidelidad. Para conseguirlo se ha utilizado material histórico, películas y abundante material gráfico y artístico, todo ello para ofrecer una aventura que, además de entretenida, contenga el rigor histórico pertinente.

Contamos con tres campañas: La italiana: 1796-1797, egipcia: 1798-1799 y europea: 1799-1815, donde el jugador puede manejar el ejército francés luchando en numerosas batallas históricas, convirtiéndose en Napoleón y tratando de superar obstáculos de todo tipo. De este modo los jugadores pueden revivir de forma certera la marcha sobre Viena, con las batallas entre las ciudades estado italianas como impresionante marco, nos encontraremos con las adversidades del infernal invierno ruso o las particulares y duras condiciones de las campañas que propone el desierto de Egipto, todo relatado de forma verosímil y presentado en el momento y el marco histórico preciso, lo que dota al juego de una verosimilitud que siempre es muy bien recibida en un título de estas características.

El planteamiento en Napoleon Total War difiere con respecto a los anteriores títulos de la saga en la falta de libertad con el fin de representar los hechos históricos de manera mas fidedigna, y aunque siempre podremos cambiar el rumbo de la historia el juego se muestra menos flexible, ya que los hechos históricos reales, son el raíl por el que transcurre el juego. Esta falta de libertad no está presente o al menos no se muestra tan encorsetada si decidimos manejar a la coalición, aunque se presentan alianzas y sucesos poco probables, lo que tampoco llega a cuajar de forma eficiente. Si bien Napoleon Total War no revoluciona la saga, si dispone de pequeñas mejoras que en conjunto acaban convirtiendo el título en la entrega mas redonda de la saga, sin apartarse de las señas de identidad de la franquicia. Como marca la saga, el juego está dividido en dos partes: el mapa del mundo, donde el desarrollo se factura por turnos y las batallas por tierra o mar, donde la acción se presenta en tiempo real, sin opciones de poder parar el tiempo.

Los jugadores que no han tenido contacto previo con la saga, cuentan con un completo y efectivo tutorial, donde además de aprender los movimientos básicos del juego, se indica como funcionan los menús y los múltiples comandos que incluye el juego y que finalmente resultan vitales para avanzar en las incursiones que nos proponen. Aunque no solo se trata ir conquistando territorios, también tendremos que hacernos cargo de ellos e intentar mantenerlos, asi como tener en condiciones operativas las instalaciones y las unidades militares que iremos consiguiendo a lo largo de las campañas, lo que supone un reto extra.

Napoleon Total War se adapta a todo tipo de jugadores, ya que además de contar con la opción de jugar con las Campañas de Napoleon, podemos disfrutar de las Batallas de Napoleon, donde podemos controlar el ejército francés en batallas como las Pirámides y el Nilo, la de Trafalgar, Austerlitz o Waterloo, que debemos desbloquear. El juego también cuenta con la opción Jugar Batalla, este modo nos permite elegir el tipo de contienda que queramos llevar a cabo contra el resto de naciones, pudiendo elegir entre batallas en tierra, batallas por mar o el modo asedio. Este modo permite además controlar naciones que no están directamente implicadas con la escala militar de Napoleon como el ejército holandés, otomano e incluso el ejército español, entre una gran cantidad de naciones.

En Napoleon Total War, nuestra misión será la de controlar los territorios que tengamos bajo nuestro poder, con todas las características típicas de un juego del género, tales como controlar las arcas, mantener nuestros ejércitos, gestionar los recursos o crear rutas comerciales. En principio puede parecer que es el mismo sistema que la desarrolladora incluyó en Empire: Total War, con la diferencia del espacio que contempla cada turno, que en esta ocasión será de tan solo dos semanas, en comparación con los seis meses de Empire. También se han incluido variables dependientes de la climatología, asi los ejércitos se verán afectados por las condiciones climatológicas, lo que desemboca en que sufrirán más desgaste en una determinada estación o serán más vulnerables a algunas enfermedades.

En referencia a las batallas en tiempo real, continúan con las pautas marcadas en el título anterior de la saga, aunque con ligeras mejoras, sobre todo en las batallas por mar, que resultan mucho más divertidas al eliminarse la gestión del viento, con lo que podremos controlar mas navíos. Los navíos también se podrán reparar, ya que se ha incluido una opción de auto-reparación.
En referencia a la inteligencia artificial, hemos de destacar que si bien, no se ha mejorado de forma revolucionaria, si se han conseguido eliminar los errores más importantes que presentaba Empire: Total War, aunque se mantiene la pasividad del enemigo, y algunas tropas que se quedan paradas sin motivo aparente.

Gráficos

La recreación de los diferentes territorios que recorreremos en el juego, asi como las texturas, efectos de luz y agua están recreados de una forma notable, destacando las estancias y almacenes de todo tipo que encontraremos. El cuidado que se ha puesto en la recreación de uniformes, navíos, armas o enemigos factura un apartado gráfico sobresaliente. El rendimiento del sistema es similar al visto en Empire: Total War, con la diferencia de ausencia de cuelgues o bugs, aún en los equipos más precarios.

Modos de juego

La saga Total War siempre ha puesto más énfasis en el modo monojugador que en la vertiente online, y en esta última entrega el estudio deja claro que están más interesado en crear campañas sólidas y firmes, dejando de lado los modos en red. Aún con todo, encontramos las llamadas campañas online, campañas en las que dos jugadores pueden jugar una misma campaña. Las campañas son las mismas que en el modo offline, aunque cuentan con la posibilidad de configurar determinadas opciones. Además el segundo jugador puede participar de manera puntual en las Batallas de Situación, en las que este toma el papel que la Inteligencia artificial realiza en el modo campaña monojugador. También contamos con las conocidas batallas directas entre jugadores, con más de una veintena de mapas en los que podemos enfrentarnos por tierra, tres mapas para las batallas por mar, siete mapas para el modo asedio y una quincena de escenarios históricos.

Audio/Sonido

La banda sonora que nos acompañará durante las campañas son melodías orquestales de gran calidad, que acompañan perfectamente cualquiera de las acciones que llevemos a cabo, aunque tras varias horas de juego encontramos que alguna de las composiciones se repite más de lo deseado. Los efectos de sonido rozan el sobresaliente con sonidos propios de las batallas de la época.
El juego llega a nuestro país con un perfecto doblaje en castellano con un ligero acento francés, que sobre gustos puede tener más o menos aceptación, aunque lo que es indudable es que la gran cantidad de líneas de dialogo y la calidad del doblaje en si mismo, suponen un gran esfuerzo y un trabajo de altura.

Conclusiones

Napoleon Total War mejora todos los elementos de Empire Total War y lo que es más importante, funciona sin problemas. El aliciente que supone poder conocer y participar en la trayectoria militar de uno de los más grandes estrategas de la historia con el rigor histórico que los programadores han dotado al juego, junto a las características propias de la saga, aderezadas con un buen número de mejoras, una inteligencia artificial mejorada y un importante apartado gráfico, refuerzan la sólida base que durante una década ha entretenido y entusiasmado a los amantes del género.

Alberto Lopez Torreón / Elric Ruiz