Pero la espera ha terminado. ‘Metroid Dread’ está entre nosotros y, contra todo pronóstico, ha sido un estudio patrio el que ha firmado, bajo la supervisión de Nintendo, el último videojuego de la cazarrecompensas espacial. MercurySteam, el estudio madrileño con interés en hacer un remake, se ha visto en la empresa de producir el quinto ‘Metroid’ bidimensional con un resultado simplemente… espectacular.

El Metroid más tenso de la serie

La trama continúa los eventos de ‘Fusion’. Samus tendrá que viajar al planeta ZDR en una misión de reconocimiento para comprobar si el esquivo parásito X habita en él. Tras unos primeros momentos, y como viene sucediendo en el género, Samus se verá despojada de sus numerosos talentos en una suerte de amnesia física que nos obligará a comenzar la aventura con lo mínimo.

Aquí entran en juego los referentes de la serie, como son el objetivo principal, que no es otro que volver a la nave de la protagonista; como la exploración, en forma de ir superando poco a poco las diferentes pantallas para, posteriormente, regresar a ellas con nuevos poderes que desbloquearán nuevos caminos; y la acción, una de las grandes insignias de este ‘Dread’.

En este sentido, además del disparo base, tendremos un buen puñado de habilidades que iremos recuperando para hacer frente tanto a los enemigos como al entorno, abriendo así un mapa que, una vez abierto al completo, denota inteligencia e ingeniería. El regreso de la habilidad de contraataque le da un plus fantástico a la jugabilidad, que ahora es sencillamente una delicia milimétrica con la que regodearnos si dominamos lo suficientemente bien los controles. Podremos disparar mientras corremos, pararnos y apuntar en 360º, contraatacar a los enemigos si pulsamos el botón en el momento preciso, cargar nuestro rayo para hacerlo más letal, y un largo etcétera que se integran de forma orgánica en la aventura.

El puntito de terror, o, mejor dicho, de tensión, lo pondrán los E.M.M.I, unos robots desconocidos que perseguirán a nuestra protagonista por todas las zonas y que son prácticamente indestructibles. De hecho, son unos auténticos pesados -en el buen sentido de la palabra- que no dudarán en acecharnos una y otra vez hasta borrarnos del mapa. Si nos enganchan, tendremos un cortísimo lapso de tiempo con el que librarnos de sus zarpas y contraatacar, aunque advertimos desde ya que la tensión es tan grande que, nosotros, pocas veces hemos podido escapar una vez hemos sido detectados.

La incesante huida

Lo mejor de todo en ‘Metroid Dread’ es que todo está prácticamente pensado al milímetro. Por una parte, el mapa tridimensional de la obra nos enseña, de forma difusa pero guiada al mismo tiempo, donde tendremos que ir. Por el camino nos encontraremos, como no, multitud de enemigos y sistemas de seguridad que abatir; zonas en las que pasar desapercibido por la presencia de E.M.M.I., lugares donde rompernos los sesos para conseguir los potenciadores de vida o misiles, enemigos más fuertes que sirven como minijefes -y que, siendo sinceros, se repiten un poco-; y, por último, momentos en los que nos enfrentaremos a los jefes finales.

Éstos, son, de hecho, de lo mejorcito que hemos visto en un título de la serie. Si la curva de dificultad es perfecta, con cierto margen al principio, tensión a media aventura y un verdadero reto en los tramos finales; los “final boss” hacen honor a su nombre por la cantidad de mecánicas que tendremos que llevar a cabo en pocos minutos. Esquivos, disparos, saltos, agarres, contraataques, todo se da de forma natural para que, con un poquito de esfuerzo y maña, tengamos el control completo de la situación y salgamos victoriosos.

Bajo este yugo de tensión, MercurySteam propone un ‘Metroid’ que es una auténtica delicia a nivel audiovisual. Sí, estamos delante de un videojuego de corte bidimensional, pero las secuencias de vídeo y entornos están lo suficientemente detallados como para detenernos en cada uno de los niveles y contemplar el mimo con el que han sido producidos. La palma se la lleva Samus, que cuenta con una animación realmente espectacular, con detalles tan simbólicos y de nueva generación como apoyarse en una cobertura mientras dispara.

Lo mejor de todo, y esto repercute de forma inequívoca en la jugabilidad, es que la obra se mueve en todo momento a 60 cuadros por segundo. Sin ralentizaciones. Sin parafernalia. Se consigue, de esta manera, una fusión fantástica entre espectacularidad gráfica -tanto en modo portátil como en televisión- y un control perfecto. En nuestro caso, hemos podido disfrutar de la experiencia en el modelo OLED, todo un lujo que, siendo honestos, no pensábamos que fuera a ser real. Lo es, y de la mejor manera.

El esperado regreso cumple de forma sobresaliente

Iniciábamos el artículo comentando lo largo que se nos ha hecho la espera hasta este ‘Metroid Dread’. Casi dos décadas desde la última entrega. Pues bien, ahora podemos decir sin temor a equivocarnos que la espera, aunque ha sido larga, ha merecido muchísimo la pena. Una obra de buen gusto, tanto para seguidores como para nuevos aventureros, que exprime la híbrida de Nintendo y que, en primera vuelta, nos llevará unas diez horas de aventura, desbloqueando un modo de dificultad superior que nos hará sudar sangre. En definitiva, un auténtico imprescindible para todos los poseedores de Nintendo Switch y para quienes desde ‘Metroid Fusion’ quieren saber qué ocurre con nuestra patrullera espacial favorita.

Metroid Dread – Tráiler