Max Payne no es un antihéroe al uso, cuando lo conocimos era un destacado policía de Nueva York que acumulaba éxitos y condecoraciones. Sin embargo, la fama y prestigio perdieron todo su brillo cuando en el transcurso de un caso especialmente peligroso, el policía encuentra a su mujer y a su pequeña hija muertas en casa a manos de un grupo de violentos yonquis, presos de la última droga de diseño. Tras estos sucesos, la existencia de Max se fue degradando lentamente mientras su frustración se convertía en rabia. Decidido a descubrir la verdad oculta tras esta nueva droga, Max solicitó el traslado a la DEA, donde desentrañó una conspiración a gran escala que alcanzó altos cargos del entramado industrial militar estadounidense. Pero la venganza no fue suficiente para Max. Mientras tanto y con el paso de los años, el alcohol y las drogas, transformaban la rabia en depresión, y al policía en despojo.
Jugabilidad
Passos, un antiguo compañero de la academia de policía, entrará en escena para ofrecer a Max un puesto de trabajo fijo, una buena oportunidad para dejar atrás su lúgubre existencia en la ciudad de los rascacielos. El trabajo es sencillo: ocuparse de la seguridad de la familia Branco en Sao Paulo, un destacado y poderoso clan brasileño conformado por Rodrigo, el mayor de los hermanos y director de las Industrias Branco; Víctor, un poderoso político de moralidad distraída; y Marcelo, un joven Playboy acostumbrado a acaparar portadas de revistas y novias impresionantes. El argumento del juego gira en torno al secuestro de Fabiana, la joven esposa de Rodrigo, raptada por una banda armada en un capítulo sencillamente espectacular. Aunque los primeros contactos apuntan a un secuestro de carácter ordinario en la región, el pago del rescate no seguirá el plan previsto, dando pie a una historia repleta de incógnitas, traiciones y mentiras, que se desarrollará entre los escenarios más lujosos y las favelas más peligrosas de la ciudad brasileña.
En los anteriores episodios, el estado mental del protagonista estaba referenciado sobre una ambientación lúgubre, donde las calles de los barrios más sucios de Nueva York se convertían en el compañero perfecto para perpetrar la venganza del policía. Pero en esta tercera entrega, Max cambia su penosa existencia en Estados Unidos por una vida donde el lujo es algo tan cotidiano como las viejas costumbres. No hay problema con el dinero, los desplazamientos por la ciudad en helicóptero son continuos para acompañar a los Branco en sus fiestas en yates, playas, hoteles de lujo, discotecas, etc. Además, Sao Paulo es un lugar soleado y cálido, algo en clara contraposición con lo que mostraba la serie hasta ahora. Pero el sol no oculta la miseria y la extrema pobreza que se asienta en la periferia de la ciudad brasileña; de esto se muestra, y mucho en Max Payne 3, rivalizando frontalmente con los escenarios más oscuros de los juegos anteriores. El equipo de guionistas, ha sabido recoger el genial estilo narrativo de Remedy, tejido en los perfiles más duros del cine negro, para dar una nueva vuelta de tuerca, trasladándonos hasta aquellos lugares donde un guion sobrado de sangre fría no es suficiente para dar continuidad a esta epopeya dramática repleta de giros, en la que un solo hombre a merced de sus debilidades se enfrenta a unos dilemas morales que no se alejan mucho de la realidad cotidiana. Algo que ayuda a entender las motivaciones y claroscuros presentes en la personalidad del personaje.
Ya en el plano jugable, Max Payne 3 incluye una serie de interesantes novedades con respecto a los anteriores juegos de la serie. La más destacada es el sistema de coberturas, el cual permite un tono general más profundo y adulto en las secuencias de acción, ya que obliga al jugador a planificar las estrategias de ataque para sobrevivir. El famoso Bullet Time, el efecto que ralentiza el tiempo en nuestro entorno y permite eliminar de forma efectiva y rápida a los enemigos, regresa de forma magistral como uno de los pilares jugables de la obra de Rockstar gracias a un uso más equilibrado. Esto no quiere decir que el Bullet Time este férreamente racionado, ya que se puede utilizar en cualquier momento, aunque no se podrá activar de forma indiscriminada, pues depende de una barra que se rellena sin demasiada dificultad al ejecutar determinadas acciones, como eliminar enemigos, realizar acciones cuerpo a cuerpo, esquivar impactos, etc. Claro que esto no siempre será tan sencillo, ya que nuestras coberturas, gracias a un sobresaliente sistema de impactos, serán completamente destruidas por el fuego enemigo, lo que nos obligará a movernos de forma constante.
Por otro lado, las secuencias de acción han sido diseñadas para ofrecer la evolución interactiva de las películas de acción de corte oriental, donde las lluvias de balas no parecen terminar nunca aunque el protagonista se quede sin munición y arroje sus armas, ya que las recoge de entre los muertos, algo que no falta a lo largo de la aventura. Las secuencias de acción se ven reforzadas con una cámara especial de seguimiento de la última bala impactando el cuerpo del último enemigo de la oleada que cierra la secuencia, elemento que refuerza el tono hollywoodiense con el que se ha planteado toda la producción. Durante esta última secuencia, el jugador tiene la posibilidad de controlar el tempo de la acción reduciendo la velocidad de la cámara más allá de la propia física generada por el motor del juego. Este efecto también se repite en secuencias donde Max se encuentre al borde de la muerte siempre que contemos con analgésicos, aunque en esta ocasión el tiempo se ralentiza para apuntar y eliminar al último hombre que nos ha disparado; en caso de lograrlo, el detective ingerirá su bote de pastillas y podrá continuar con la escena. Como apuntábamos, la salud en Max Payne 3 no se regenera automáticamente una vez hemos dejado de recibir impactos, únicamente se reduce cuando la salud del héroe se encuentra a un arañazo de la tumba. Lo que quiere decir que vuelven los botiquines en forma de botes de analgésico.
En Max Payne 3 la física tiene un papel determinante y las armas funcionan mediante sus mecanismos naturales. Gatillos, percutores, muelles, cargadores, culatas, accesorios,todo está destinado a ofrecer el mayor realismo posible, permitiendo que los tiempos de reacción y los instintos de Max se conviertan en algo visceral; una rica esencia raramente experimentada con un mando de consola entre las manos. Tanto los movimientos como el manejo y el dominio de las armas de fuego, son también protagonistas de la ambiciosa producción. En esta tercera entrega se puede elegir entre una enorme variedad de armas basadas y diseñadas a partir de algunas de las más populares del mundo. Para aportar realismo a la acción, solo se permite portar un arma larga y dos cortas para usar por separado o en combinaciones dobles. Es decir, dos pistolas, una pistola y uno o dos subfusiles y un arma larga que podrá ser utilizada sola, como la escopeta, rifle de asalto, ametralladora, etc.; sin olvidarnos de las siempre socorridas granadas.
Modos de juego
Además de la intensa y rejugable campaña, Max Payne 3 incluye una serie de modos de juego suplementarios al más puro estilo árcade. Estos son “Máxima Puntuación” y “Minuto de Nueva York”. El primero nos permite realizar ciertos tipos de tiros y bajas para acumular la máxima puntación posible. Por su parte, Minuto de Nueva York nos invita a terminar con los enemigos para ganar tiempo, acumulando segundos por cada baja. Al comenzar cada nivel, el detective tendrá un cronómetro con un minuto de tiempo y si este llega a cero la misión terminará. Estos modos arcade ofrecen un punto de vista diferente al juego y logran refrescar la dinámica de juego.
Otra de las grandes novedades es la incorporación de modos multijugador competitivos. Estos modos permiten tiroteos con hasta otras 15 personas enmarcadas en algunos de los niveles más icónicos de la historia principal. Los modos de juego incluyen suficientes variables a la vertiente en red como para convencer a cualquier fanático del juego en línea, es decir, un multijugador en tercera persona frenético y fluido, algo común en estos tiempos; sin embargo la incorporación del Bullet Time añade un ingrediente que deja un particular sabor de boca. Lo más destacado de esta característica es que el mundo se ralentiza para todos los jugadores cercanos al jugador que lo activó, de modo que el resto continúa con sus confrontaciones sin ninguna molestia.
Gráficos/Audio
Técnicamente Max Payne 3 abre un nuevo horizonte. Rockstar Games ha logrado, de nuevo, hacer tangible la línea que separa una cuidada producción de una joya. El sistema de animaciones Euphoria, creado por NaturalMotion, que ya utilizaron en Red Dead Redemption y Grand Thef Auto IV alcanza su máximo exponente con una serie de detalles capaces de dejar perplejo a cualquiera. Tan solo hace falta ser testigo de cómo Max se las apaña para empuñar un arma corta mientras sujeta con sus axilas la ametralladora para evitar que se caigan al suelo, como el personaje es capaz de apoyarse en una mesa, barandilla o la manera de interactuar con los elementos del decorado. El motor de impactos es el más completo y definido que ha pasado por nuestras manos. Cuando disparamos a un enemigo, este no caerá tras liberar el efecto de sonido correspondiente al grito y la caída, en Max Payne 3 el enemigo directamente se toca la parte afectada, ya sea un brazo, una pierna o un dedo de la mano. Todo plasmado en pantalla de forma magistral. La tasa de imágenes por segundo es bastante alta y no sufre de ralentizaciones, mientras los efectos gráficos realizan uno de los mejores trabajos vistos en consola, aunque de cerca algunos detalles de los escenarios pierden algo de calidad. Un detalle insignificante si contamos que no el juego no invierte nada en tiempos de carga, de hecho en PlayStation 3 se puede terminar el juego sin una sola interrupción, algo que en Xbox 360 no se cumple por la obligación de cambiar de disco, ya que la edición para la máquina de Microsoft se reparte en dos DVD mientras que la edición para PlayStation 3 viene en un único Blu-ray.
Como adelantábamos, la representación visual de las armas y la física de su funcionamiento se ha trabajado especialmente. Sin ningún esfuerzo el jugador podrá ver el percutor trabajando y los casquillos expulsados a fuego; mientras que las balas se presentan como elementos físicamente convincentes con su propia trayectoria desde que se percute el gatillo, hasta que impactan en el blanco con sus evidentes consecuencias.
A niveles generales, Rockstar mantiene su identidad y la disfraza con el traje que Remedy le confeccionó a Max Payne en sus dos primeras entregas. Es decir, el juego no se pierde en lindezas y muestra los hechos con extremada dureza, algo que dejará impactado al jugador en más de una ocasión. Los estados de ánimo del protagonista también se plasman de forma concreta a lo largo de la aventura, con elementos distorsionadores en la pantalla cuando Max se encuentra borracho o aturdido, lo que activa inmediatamente los instintos del jugador ante las situaciones que se suceden en pantalla. Un detalle que podría parecer menor, pero ayuda sobremanera a la inmersión del jugador en las escenas.
Como no podía ser de otra forma, el apartado sonoro cierra de manera sobresaliente el conjunto. La banda sonora dinámica se presenta especialmente inspiradora allí donde brota, además el sonido de las armas, sus impactos, las pisadas, el tono de las voces, todo, varía con respecto al escenario y el entorno, lo que supone algo más que colocar un filtro para obtener una sensación ambiental acertada. Por otro lado, el carácter único que imprime la voz de James McCaffrey, querepite tras prestar su voz al protagonista de los anteriores juegos,casi compensa la falta de doblaje. Aunque el juego llega a nuestro país subtitulado correctamente, el tamaño de los textos es algo más pequeño de lo deseable, y remarcamos correctamente por la cantidad de texto que encontraremos en portugués, algo enfocado a trasladar al jugador la desolación que supone encontrarse en peligro en un país con un lenguaje que no comprendes.
Conclusiones
Rockstar Games logra con Max Payne 3, la mejor resurrección posible de una de las franquicias de videojuegos más respetadas y queridas de la historia. Un juego repleto de acción que se acompaña de una historia dura y sórdida magistralmente narrada para ofrecer una experiencia a la que nos hemos rendido por completo. Para alegría de los pacientes seguidores de Max, el equipo de desarrollo ha recogido lo mejor de la serie para ofrecer una experiencia que respeta profundamente el trabajo de sus creadores originales, mientras que las nuevas generaciones de jugadores se enfrentarán a un juego difícilmente catalogable con respecto a experiencias anteriores dentro del mismo género. Una obra madura dotada con una potente narrativa, un sistema de juego satisfactorio, un apartado gráfico excepcional y una tasa de violencia tan potente y desoladora que es imposible resistirse a sus oscuros encantos. Max Payne 3 es un juego exclusivamente destinado a un público mayor de edad como indica la referencia PEGI 18 de su carátula.
Max Payne 3 - Tráiler de lanzamiento
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Elric Ruiz