El nuevo héroe de PlayStation
Siendo fieles a los alegatos promocionales de Sony Computer Entertainment, 'Knack', el nuevo héroe de la familia, es una peculiar criatura nacida gracias al poder de antiguos fragmentos de reliquias, que al ser recolectados, le permiten crecer hasta proporciones colosales, transformarse y luchar contra enormes enemigos. Pero el personaje, la historia, el ritmo y la narrativa se encuentran muy lejos de la propuesta gráfica que exhibe la obra. La aventura de Knack es un desfile de estereotipos donde no falta ningún elemento, todo enlazado a un ritmo insuficiente sobre una historia mediocre, aderezada con algunas de las peores líneas de diálogo que se recuerdan. Además el pobre y reiterativo diseño de los niveles, una limitadísima oferta en los comandos, y una cantidad de enemigos insuficiente a todas luces, termina por convertir el juego en un ejercicio tedioso y decepcionante.
Como adelantábamos, el juego combina acción con plataformas bajo un formato que dispone de tres niveles de dificultad, de los cuales, únicamente el más elevado supone un desafío aceptable. Por otro lado, golpear, saltar y esquivar, son los movimientos más habituales de Knack, que también posee otros poderes que se activan al recolectar cristales solares, y diversos artefactos coleccionables que incrementan su poder destructivo y le permiten asumir formas especiales como hielo, fuego o cristal, aunque su uso es limitado y no termina de reflejar ninguna mecánica realmente interesante. Aun siendo cierto, que lo es, que 'Knack' es un título enfocado al público infantil, confundir a los niños con seres sin criterio es el mayor error de la producción, y esto, no solo se extiende a los más pequeños, ya que también es tremendamente aburrido para los mayores. No hay un solo momento irónico o gracioso, algo elemental para que los peques disfruten y se involucren en la experiencia, de hecho aquí se da el efecto completamente contrario dado su inexplicable carácter serio y marcial. Desde el comienzo el niño se tiene que enfrentar a personajes adultos con rostros serios que disipan las dudas a las primeras de cambio sobre quiénes son los buenos y los malos.
Al más puro estilo de las demos técnicas
Knack el protagonista y héroe de la historia tampoco logra crear un vinculo con los jugadores, incluso puede pasar por antipático en varias fases, motivo por el cual los niños se olvidan muy fácilmente del personaje. Algo imperdonable cuando se admite que sus referentes son 'Crash Bandicoot' y 'Katamari Damacy', franquicias divertidas, plagadas de imaginación y mecánicas sobresalientes. Pero poner a la misma altura al bueno de 'Crash' y al tapón de corcho etéreo y extensible que es 'Knack' es poco más que un crimen, y no solo por la diferencia de carisma, pues las mecánicas, el tratamiento, así como la cantidad de enemigos en pantalla y el diseño de los niveles es, para no andarnos con rodeos, imperdonable en una producción de estas características. Lo mismo sucede con el ritmo del juego. En resumen, los niveles se desarrollan entre secuencias lineales en las cuales finalmente el personaje alcanza la estatura idónea para enfrentarse a poderosos enemigos gigantes o mecánicos, para regresar a su estado inicial una vez recorrido el nivel. Esta sucesión se repite una y otra vez, es decir, Knack comienza siendo un pequeño personaje que crece a la largo del capítulo, y que por cuestiones eventuales regresa a su estado original. No hay progresión ni avance en las características y habilidades del personaje, algo que resta todo el interés cuando ya hemos superado unas cuantas fases y hemos eliminado algunos enemigos; Y remarcamos "algunos", por que lejos de lo que se puede esperar: enormes hordas con decenas de desafiantes adversarios, la realidad es otra, con pocos diseños para un número de enemigos muy corto.
Como adelantábamos, el diseño de niveles es repetitivo hasta la saciedad, no hay pasajes que realmente se oculten a la vista del jugador, y los que hay, además de restar cualquier interés por la exploración son drásticamente insuficientes. Y todo este descontrol se supone, que lo tenemos que agradecer a la fastuosa parcela técnica del juego, bueno tampoco exactamente, ya que la música no se ha contemplado como un elemento técnico más de la obra, y se ha obviado directamente en favor de media docena de ridículos efectos y temas que no perdurarán en la memoria del jugador ni un instante. No obstante y pesar de la enorme capacidad de PlayStation 4, los gráficos tampoco lucen a un nivel épico excepto en un par de ocasiones, y una vez que se repiten pierden mucho del impacto inicial.
Por otro lado, los decorados no tienen los suficientes detalles y la cantidad de enemigos es a todas luces insuficiente, ofreciendo continuamente una desagradable sensación de vacío en cada escenario, pero en general la parte visual se salva por la calidad de las expresiones, las texturas, el tratamiento de las partículas y la fluidez con la que se mueve el conjunto.
Conclusiones
La existencia de 'Knack' básicamente se la debemos al interés de Sony en lanzar un título cuya misión objetiva es publicitaria, simplemente es un escaparate para ver las capacidades técnicas de PlayStation 4 en tan solo 30 segundos, el máximo periodo de tiempo que un niño le pondrá interés. Y el mayor problema es este: tratar al público infantil sin ningún respeto. Entre sus pecados: un diseño de niveles tan repetitivo como pobre, la insuficiente variedad y cantidad de enemigos, comandos muy limitados, una historia fea sin una pizca del humor que tanto demandan los pequeños y un audio que roza lo admisible tanto en música, como en efectos. Por el contrario, sus efectos de partículas son impresionantes, pero a los niños no se les engaña con efectos, son bastante más listos.
Knack - Official Launch Trailer
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Laura Roldán
