Un sicario viajando por el mundo
Como en los títulos predecesores, la trama argumental de ‘Hitman III’ va ganando potencia a medida que vamos solucionando contratos. Sin querer anticipar nada del argumento, podemos adelantar que, de nuevo, la Agencia requiere de los servicios del alopécico matón para eliminar una serie de objetivos repartidos por todo el mundo. Siguiendo la estela del primero, y no tanto el formato episódico del segundo, ‘Hitman III’ va desplegando su trama entre algunos tópicos del género y giros interesantes que hacen que el jugador no pierda el interés.
En cuanto a su guion, pocas sorpresas, ya que el grueso del título reside en su jugabilidad -y rejugabilidad-, pero las diferentes localizaciones -algunas realmente espectaculares- y la variedad de los enemigos a eliminar ofrecen un marco estupendo en un mundo de agentes, misterio y decadencia que, sinceramente, nos ha mantenido enganchados a la pantalla hasta el final. A pesar de típica, la trama de espionaje, luces y sombras dentro del mundo de las agencias permite conocer algunos detalles más del Agente 47 que ayudan a empatizar con el personaje.
Así, respetando los cimientos que comenzaron en la absolución, el Agente 47 tendrá que recorrer el mundo visitando lugares tan emblemáticos como Dubai, la ciudad de Mendoza en Argentina, China y Berlín, entre otras localizaciones. Cada contrato se inspira en un nivel distinto, y éste, como no podía ser de otra forma, ofrece una ambientación única y distinta, así como múltiples opciones para completarlo (disfraces y atuendos, armas de diferente tipo, recorridos por uno u otro lugar, etcétera) así como un buen puñado de coleccionables y secretos que encontrar para todos aquellos completistas del género.
El Hitman más redondo de la trilogía
Suele ocurrir al planificar una serie como trilogía: el original propone los cimientos, la secuela arriesga y, el último, recoge todo lo aprendido en los anteriores y coloca la guinda del pastel. Y en esta ocasión se cumple el pronóstico: ‘Hitman III’ es el mejor título de la trilogía, no sólo por hacer bien lo que en su día sorprendió a los jugadores, sino por multiplicar las posibilidades en cuanto a variedad y jugabilidad (algo de lo que deberían aprender los estudios que aspiran a mezclar géneros como la acción y el sigilo), y en cuanto a contenido se refiere.
Además del estupendo modo campaña, que sirve como continuación y expansión de lo visto en los títulos antecesores, ‘Hitman III’ viene acompañado de varios modos de juego extra que hacen de la experiencia del asesinato un atractivo para el jugador. Objetivo esquivos, por ejemplo, desafían al jugador a recorrer los niveles en busca de un único objetivo con apenas información en pantalla, lo que lo convierte en un modo ideal para demostrar nuestra pericia como agentes solitarios; Escaladas nos invita a eliminar a los objetivos de cierta manera a medida que vamos descubriendo cada etapa del contrato; el modo Contratos permite construir nuestras propias misiones (escoger el objetivo a eliminar, la forma de aniquilación, etcétera) y compartirla con la comunidad; y Sniper Assassin nos invita a actuar desde lejos, al estilo francotirador, erradicando los objetivos sin hacer saltar la alarma.
Por si esto fuera poco, el videojuego permite importar las localizaciones de las anteriores entregas, dándoles un repaso no sólo en lo estético, sino también con el objetivo de crear un centro logístico de asesinatos con el que pasar horas delante del televisor. Esta opción es muy recomendable, sobre todo, para los usuarios de PlayStation 4 que dispongan de PlayStation VR, ya que por primera vez la saga se adentra en la Realidad Virtual ofreciéndole al usuario una nueva visión de la obra que nos obliga a poner toda nuestra atención en lo que está sucediendo.
Un cierre en el momento perfecto
Entendemos perfectamente que IO Interactive haya decidido cerrar la trilogía y decida darle al agente un merecido descanso. La fórmula estrenada en ‘Absolution’ ya no sorprende como lo hizo en el primer videojuego, y para evitar un posible desgaste, el estudio ha decidido poner toda la carne en el asador en un título que amplía la base y cierra lo conocido hasta el momento.
Gracias al motor Glacier, el videojuego luce de forma más que notable, con unos entornos abiertos espectaculares -algunos más impresionantes que otros, eso sí- y una cantidad de personajes en pantalla que nos ponen, en un instante, ante un mundo desconfiado y hostil. La obra se mueve a una resolución de 4K a 60 cuadros por segundo, sin caídas incluso cuando hay cientos de personajes en el mismo plano, contando además con soporte HDR para hacer la experiencia más fotorrealista.
Lo mejor, sin embargo, es ver cómo el estudio se ha permitido experimentar un poco más en cuanto a la cantidad y calidad de los trabajos, ofreciendo ya no sólo una campaña digna de mención, sino también una variabilidad que mantendrá enganchado a los seguidores más fieles del asesino.
Conclusiones
En definitiva, ‘Hitman III’ amplía lo conocido hasta el momento dando al jugador la suficiente libertad como para explorar su vena asesina desde el primer minuto. Los diferentes niveles de dificultad, sus opciones a la hora de escoger cómo eliminar a cierto objetivo, los detalles argumentales que van abriéndose paso misión a misión y la sensación constante de estar entre la espada y la pared -a no ser que dominemos la profesión- hacen del videojuego un auténtico reto para aquellos que buscan una experiencia intensa. Los contenidos adicionales y la vertiente en línea, además, alargan la vida útil de la obra, dejando así un legado que dependerá de la implicación y creatividad de la comunidad. El Agente 47 se ha ganado, por méritos propios, un sitio en el hall de la fama, y tras esta obra reconocemos que el sicario se ha ganado unas buenas vacaciones antes de volver a la acción.
Hitman 3 - Launch Trailer