El protagonista de esta historia atemporal es Kenshirô, el único heredero del arte marcial más poderoso del planeta, traduciendo este aspecto en un motivo suficiente para defender a los débiles y plantar cara a los malos. 'Ken’s Rage 2', la secuela del título que apareció hace unos años para Xbox 360 y PlayStation 3, continúa la trama centrándose no sólo en el protagonista, sino en un buen puñado de personajes más sacados directamente del manga, aumentando así las posibilidades en un título que podría definirse en monotonía y desesperación.

'Fist of the North Star: Ken’s Rage 2' se presenta como una secuela continuísta que mejora algunos aspectos de su predecesor, aunque no llega a los mínimos de calidad exigidos en la actualidad como para considerarse un videojuego decente. De hecho, tenemos la sensación de que el desarrollo ha optado únicamente por utilizar al manga como mero reclamo para los seguidores más fieles de Kenshiro y sus compañeros. No se ha respetado ningún tipo de vínculo que explique la historia para los recién llegados o las motivaciones de cada personaje, la mecánica de juego es simple y aburrida y, para colmo, nos ha llegado con subtítulos en inglés, cuando la primera parte sí fue localizada a nuestro idioma.

Así pues, el mayor aliciente que ofrece el videojuego es su Legend Mode, un modo donde encarnaremos al protagonista y a otros personajes del manga en una sucesión de niveles donde lo único que importa es sobrevivir. Escenarios lineales, vacíos y parcos en detalle se verán complementados con cientos de enemigos clónicos a eliminar, siguiendo la estela de títulos como 'Dynasty Warriors', aunque de una manera menos eficiente. De hecho, uno de los grandes problemas de 'Ken’s Rage 2' es la inutilidad de los enemigos, que únicamente atacarán si dejamos el mando en reposo durante un rato. Apenas un ataque y poco más ofrecerán estos enemigos, que recibirán a gusto nuestros golpes sin importarles que acabemos con ellos.

Lo interesante del desarrollo de la aventura es ver progresar a nuestro personaje, adquiriendo experiencia que nos permitirá desbloquear nuevos ataques y habilidades -sacadas directamente del manga- para hacer frente a la amenaza enemiga y que serán de vital importancia de cara a los jefes de fase. De hecho, pese a que los enemigos finales de cada nivel son bastante peculiares, el reto que caracteriza este modo leyenda es insuficiente para reavivar nuestra intención de conocer el universo del manga. A ésto se le suma que la inteligencia de los villanos firmados por los autores tampoco cuentan con la inteligencia que el manga sí supo darles, sino que se han transformado en meras sombras de lo que en realidad son. Para colmo, no es el jugador quien escoge los parámetros que quiere mejorar de cada personaje, sino que, de forma automática, veremos una progresión de nuestra fuerza, aura, etcétera, dejando al jugador la única premisa de poder equiparse algunos pergaminos para potenciar diversos aspectos.

Sin embargo, la campaña principal de la aventura viene apoyada de otro modo que quizá cuajará más entre los jugadores que no aguanten entre la desesperación que supone aniquilar enemigos infinitos en la trama principal. Hablamos del Dream Mode, o modo sueño, que nos pondrá en la piel de otros personajes y nos permitirá vivir experiencias que no se relatan en el manga original, permitiendo la conectividad online -o local- y haciendo un poco más llevadera la diversión. De hecho, lo más destacable de este modo de juego es la inclusión de la vertiente multijugador, que nos permite combatir en fases de hasta ocho jugadores para conquistar territorios o unirnos a otro jugador para disputar fases de forma cooperativa. No es que suponga una revelación que justifique el dinero desembolsado por el videojuego, pero sí es cierto que la aventura se hace más llevadera si la realizamos en compañía.

Y es que, el mayor problema que le encontramos a la secuela es la gran sensación de monotonía que transmite desde los primeros compases de la aventura, que, sumado a un control simple y plano, hacen que superar cada fase sea todo un reto mental para el jugador. Machacar el botón de ataque es una constante, y cansará hasta al jugador que espere una jugabilidad con un mínimo de dedicación. Por suerte, la desarrolladora ha incluido un gran número de elementos desbloqueables que iremos adquiriendo a medida que superemos fases en cualquiera de los modos, por lo que los seguidores más pacientes tendrán un buen número de horas de juego para poder completar al cien por cien la aventura.

El apartado gráfico sigue la estela de su jugabilidad, con escenarios genéricos sin apenas detalle, con una masa de enemigos que no se distinguen entre sí y con un estilo artístico que invita a volver a los cómics antes de ver a Kenshirô en la pantalla. Los interminables y constantes tiempos de carga no ayudan a favorecer el ritmo de juego, cortando incluso secuencias de apenas unos segundos para cargar la que viene a continuación. Eso sí, la cantidad de enemigos en pantalla y la tasa de imágenes por segundo es digna de mención, ya que apenas hemos tenido problemas que empeoren -aún más- la experiencia de juego debido a limitaciones técnicas.

La banda sonora, por otra parte, cuenta con piezas donde las guitarras eléctricas y los punteos más agresivos cobran protagonismo para mezclarse en el ambiente, aunque tampoco llega a un nivel de personalidad suficiente. Aunque si hay un elemento que gustará entre los fieles al manga, ha sido la decisión de la desarrolladora de respetar el doblaje original en japonés, aunque la injustificada decisión de traernos el título con subtítulos en inglés -más aún cuando la primera parte llegó localizada- no hace más que restar puntos a un título que no cumple con lo esperado.

Como punto final, habría que remarcar la importancia de que 'The Fist of the North Star: Ken’s Rage 2' es un producto que gustará única y exclusivamente a los seguidores de la franquicia, ya que no ofrece ningún tipo de aliciente que nos permita conectar con los personajes, lo que unido a una jugabilidad completamente arcaica, hará que más de uno se piense si realmente merece la pena emplear su dinero en el título. Aquellos quienes sepan perdonar sus numerosos -y graves- errores, encontrarán una obra llena de matices y referencias al manga que permitirán explorar el desolado mundo desde la perspectiva del entretenimiento digital.

Fist of the North Star Ken's Rage 2 - Launch Trailer

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Victor Moyano