En ‘Dynasty Warriors: Origins’, para PS5, Xbox Series X|S y PC (Steam y Microsoft Store), los chicos de Koei Tecmo llevan este concepto un paso más allá, introduciendo nuevos elementos estratégicos y narrativos en el periodo de los Tres Reinos para revitalizar su conocida fórmula. A grandes rasgos, la entrega, que forma parte de la extensa saga principal, promete una experiencia que combina acción y exploración mientras su narrativa se mueve en un contexto bélico épico. ¿Pero qué tiene de nuevo? Veámoslo con más detalle.
El Periodo de los Tres Reinos (con un giro personal)
La línea argumental de ‘Origins’ sigue los acontecimientos del Período de los Tres Reinos, una época tumultuosa de la historia china (220-280 d.C.), que implica batallas, alianzas y traiciones entre los tres grandes líderes: Liu Bei, Cao Cao y Sun Quan. Sin embargo, esta vez el plano principal es diferente, ya que controlamos a un nuevo protagonista, el Guardián de la Paz, un personaje sin recuerdos que debe luchar para traer la prosperidad al país. A través de este personaje tenemos la oportunidad de interactuar con otras figuras históricas y participar en famosas batallas, así como forjar alianzas o derrotar enemigos.
Aunque el juego ofrece una jugabilidad rica y variada, la narrativa no siempre consigue mantener el ritmo. La introducción de demasiados personajes y eventos secundarios puede restar interés a la historia principal, produciendo que ciertos giros y momentos importantes pierdan impacto. En todo caso, el gran atractivo de ‘Origins’ es cómo se mezcla la historia con la jugabilidad, permitiendo vivir batallas legendarias mientras se desarrolla la narrativa del protagonista. A lo largo de la experiencia también se fortalece la relación con otros personajes, añadiendo una capa de profundidad emocional y la posibilidad de desbloquear nuevas habilidades y ataques.
Musou Reforzado
Si bien ‘Dynasty Warriors’ siempre se ha basado en el mismo principio de lucha contra miles de enemigos, ‘Origins’ introduce un sistema más estratégico. Las batallas siguen siendo masivas, pero el jugador ahora tiene acceso a mecánicas de nuevo cuño como “Grandes Fuerzas” y los “Asaltos”. Las primeras permiten coordinar a las tropas aliadas, introduciendo un nuevo elemento de gestión táctica a las luchas. Por otro lado, los Asaltos se activan cuando se rompen las defensas enemigas, ofreciendo ataques devastadores que pueden cambiar el curso de la batalla.
Aquí la personalización del protagonista es otro punto clave. El Guardián de la Paz puede adaptarse a diferentes estilos de combate al usar una impresionante variedad de armas, desde espadas hasta lanzas y guanteletes. Esta diversidad en el arsenal evita que el juego caiga en la repetitividad y nos permite experimentar con diferentes soluciones. De hecho, la progresión de armas es una de las características que ayuda a que el juego se perciba más variado, animando al jugador a probar y mejorar constantemente su equipo.
Batallas en un mapa abierto
En términos de exploración, ‘Dynasty Warriors: Origins’ presenta un mapa abierto más grande de lo que podríamos esperar en un título de la franquicia. Aunque con limitaciones, el formato se abre a la posibilidad de explorar el mundo, interactuar con otros personajes y participar en misiones secundarias que van desde tareas de recolección hasta enfrentamientos con enemigos especialmente fuertes. En esta misma línea, otra de las grandes novedades de ‘Origins’ es la inclusión de caballos, que permiten un desplazamiento rápido por el mapa. El sistema de progresión de los animales también es interesante, ya que cada montura tiene atributos diferentes, como resistencia y velocidad. Características importantes a la hora de librar batallas o moverse por el terreno.
Una gran experiencia visual
En cuanto al apartado gráfico, ‘Dynasty Warriors: Origins’ saca buen provecho de las capacidades de la generación actual de consolas. Aquí las batallas a gran escala, donde se enfrentan miles de enemigos al mismo tiempo, se muestran con una fluidez impresionante. En configuraciones como 4K/120 FPS, los detalles visuales se aprecian de forma clara y nítida, y aunque la diferencia entre 60 FPS y 120 FPS no es drásticamente notable, la mejora en la vivacidad de los colores y los detalles en los personajes es evidente.
No obstante, como ocurre en muchos juegos de esta naturaleza, algunas secciones pueden tener caídas de rendimiento, sobre todo en fases donde los efectos de clima o los elementos visuales son más intensos, como en las fases de lluvia. A pesar de esto, la experiencia general es satisfactoria y no compromete la jugabilidad.
Conclusión
‘Dynasty Warriors: Origins’ no llega a desatar la revolución, pero se queda cerca. La entrega encuentra un punto de equilibrio entre el combate clásico y las nuevas mecánicas estratégicas, en un espacio donde se propone una experiencia sobresaliente para los jugadores que disfrutan de los juegos musou y la acción a gran escala. Si bien la narrativa puede resultar algo dispersa, un sistema de combate fluido, una amplia variedad de armas, muchas opciones de personalización y un mapa abierto que invita a la exploración, lo convierten en una experiencia fresca, dinámica, entretenida y llena de momentos satisfactorios que no decepciona.
Dynasty Warriors: Origins – Lanzamiento