Jugabilidad

Lo primero destacar que Blacklight: Tango Down no se pierde en las banales y personales interpretaciones de los shooter en línea que algunas desarrolladoras pretenden implantar en sus títulos para dotarlos de identidad propia, como tampoco pretende aportar nada nuevo al plantel de juegos ya existentes en su modalidad, mostrándose y siendo consciente de sus limitaciones en cuanto a calidad/precio, el título consigue ofrecer acción directa y sin complicaciones a la primera, sin perder tiempo y sin ofrecernos una elaborada trama militar. El argumento del juego se puede resumir en un par de líneas, de hecho, lo único que nos invita el juego a conocer del marco argumental en el que se mueve se muestra en el menú de opciones con una ligerísima sinopsis.

Blacklight es una unidad de soldados de elite especializada en operaciones encubiertas, para ello cuenta con las últimas tecnologías armamentísticas. El coronel que lidera el escuadrón desaparece junto a una avanzadilla, lo que deriva en una tensión creciente que finalmente deriva en un conflicto entre las tropas de elite y los rebeldes de turno. Ya está, no hay nada más, ahora toca enfundarse el uniforme de una u otra facción y saltar al campo de batalla para liquidar el máximo número de enemigos que sea posible.

La estructura jugable que ofrece Blacklight Tango Down incluye 12 mapas diferenciados y 7 modos de juego: Combate a Muerte por Equipos, Combate a Muerte, Dominación, Detonación, El Último Hombre en Pie y Retrieval (similar al clásico modo Recuperación). Además incorpora un simple, corto y lineal modo cooperativo que no pasa de ser una simple anécdota, aunque con amigos soporta un limitadísimo espacio de tiempo.

Desgraciadamente todo lo que Zombie plasma sobre el papel pierde casi toda su fuerza una vez que comenzamos a jugar. Para comenzar, la descompensación entre las clases es abismal, contamos con cuatro clases denominadas Kits, estos kits cuentan con equipamientos distintos. Así disponemos de un Kit SMG, un kit destinado al francotirador y dos más enfocados a las labores de asalto. Al igual que en casi todos los títulos de la actual generación según avanzamos y ganamos experiencia y rangos se nos ira premiando con nuevos accesorios para las armas, como puntos de mira, aumento en la capacidad de los cargadores, aumento de daño, cambios en el cañón, etc.  Por lo tanto no se puede poner ni una sola pega al sistema de progresión y personalización de los elementos bélicos con los que contamos. Eso sí, su comportamiento en la campo de batalla deja muchos puntos negros, como la ineficacia del kit de francotirador, que cuenta con un arma sorprendentemente poco potente y un infernal sistema de apuntado, lo que inexorablemente y siempre que te atrevas a comprobar su funcionamiento, se convierte en una total pérdida de tiempo y vidas. La categoría mas compensada y la estrella del plomo en Blacklight: Tango Down es la SMG, potente (mucho más que el rifle de francotirador), con una buena cadencia de tiro y un alcance francamente muy superior a cualquier arma. Tan solo imaginaros que estáis parapetados con el francotirador esperando al despistado de turno, que a la misma distancia conseguirá dejarte seco con la SMG mientras le fríes con tu arma de largo alcance sin que el enemigo caiga. Así, la habilidad del jugador con el pad queda en segundo plano, tomando el protagonismo la elección de las armas.

A esta descompensación en el armamento se une otro tipo de infame farsa en el equilibrio del juego, ya que el código no separa a los jugadores noveles de los veteranos y los mapeados no están tan logrados como estabilizar el asunto, así nos encontraremos corriendo por los escenarios con un nivel de experiencia 1-10 mientras otros jugadores de nivel infinitamente superior se dedican a liquidarnos de forma consecutiva con sus potentes armas y armaduras,  que nada tienen que ver con las tuyas. Simplemente puede llegar a ser desesperante.

Desesperante también puede ser un calificativo acertado para el sistema, que acusa entre otros, severos problemas de Lag, aunque para ser sincero se han ido solucionando en gran medida en estos últimos días, (esperemos que siga mejorando el asunto) y la imposibilidad de unirse a las partidas, ya que durante tres días hemos jugado a los modos disponibles en una proporción de cuatro intentos, una partida. A todos estos problemas hay que sumarle una gestión del control, como mínimo defectuosa, llegando a ser complicados hasta los desplazamientos en el área de combate, ya si nos ponemos a intentar lanzar las granadas con algo de acierto comprobaremos que estamos ante una misión imposible.

Gráficos

A nivel técnico el titulo luce bastante bien para tratarse de un juego descargable, que cuenta con el famoso motor Unreal Engine 3 de Epic, el juego dispone de unos modelados y animaciones muy genéricas pero bien conseguidas, llamativos efectos para las explosiones y demás parafernalia visual bélica. En cuanto a los decorados encontramos mas de lo mismo, un buen nivel con acabados bastantes logrados.

Audio/Sonido

Notable resultad final en cuanto al audio que incorpora Blacklight: Tango Down, más si contamos con el nivel de la producción. Melodías de corte bélico que acompañan sin demasiado protagonismo y efectos de sonido bastantes logrados completan un apartado que es bueno gracias a su discreción y efectividad.

Conclusiones

Blacklight: Tango Down sabe lo que es y aunque ofrece más de lo habitual en un titulo de 14 euros, aunque el gratificante planteamiento de la desarrolladora se va al garete en parte por su mala ejecución y lo descompensado del conjunto. La elevada curva de dificultad y la mala gestión de los controles tampoco ayudan a ofrecer una experiencia similar a la que incorporan sus hermanos mayores, aunque estos son cuatro veces más caros y con un poco de paciencia iremos subiendo rangos y el balance entre nuestras muertes y las de los enemigos empezará a compensarse a nuestro favor de forma vertiginosa. En resumen, un completo juego multijugador en red con muchas opciones que ofrece una completa experiencia con algunos problemas que ensucian el conjunto general del título.

BlackLight: Tango Down - Diario de desarrollo (Castellano)

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Carlos de Ayala