Más de diez títulos de la serie principal, numerosos proyectos alternativos e incluso una película para la gran pantalla son, a nuestro juicio, demasiado para una franquicia que, en realidad, no lleva tanto tiempo entre nosotros. El estudio reconoció el desgaste de la fórmula dándole un año más de desarrollo a ‘Origins’, lo que permitió a sus creativos adoptar nuevas posturas y encauzar un rumbo más cercano a los videojuegos de rol que el presentado por Altaïr en el título original.
‘Origins’ devolvió la ilusión a la comunidad, por eso ahora nos preocupa que los franceses vuelvan a cometer los mismos errores una vez encauzado el ritmo. La nueva fórmula de ‘Assassin’s Creed’ convence, y convence un ‘Assassin’s Creed: Odyssey’ con menos de un año de diferencia en su lanzamiento con respecto al anterior, pero inevitablemente sentiremos esa sensación de déjà vu si tenemos fresco nuestro viaje por Egipto. En cualquier caso, preparaos para dar un salto hacia la antigua Grecia en ‘Odyssey’, la última entrega de la serie disponible para Xbox One, PlayStation 4 y ordenador.
Espartanos en lucha
Una de las señas de identidad de ‘Assassin’s Creed’ es su ambientación, que gira alrededor de una época determinada con sus correspondientes personajes históricos –y licencias propias, obviamente-. En esta ocasión nos desplazamos hasta la antigua Grecia para conocer más detalles de la Primera Civilización, al mismo tiempo que exploramos abiertamente la cuna de la filosofía y la democracia en el contexto de la Guerra del Peloponeso.
El primero de los grandes cambios con respecto a su predecesor es la elección del protagonista –Alexios o Kassandra, descendientes de espartanos-, representando así a ambos géneros. Curiosamente, y a pesar de que la elección no implica cambios profundos en el transcurso de la aventura, Kassandra nos ha parecido uno de los mejores protagonistas de la serie. Sea cual sea la elección, veremos como el conflicto de la Guerra llama a las puertas de los hermanos, decidiendo tomar parte del acontecimiento histórico.
A partir de aquí, la gran mayoría del grueso de ‘Assassin’s Creed: Odyssey’ va recordando paulatinamente a ‘Origins’. La estructura de misiones –periódicas, principales y secundarias- se mantiene, dejando que sea el nivel de nuestro protagonista el que nos permita acceder a unas u otras y haciendo imposible dedicarnos exclusivamente a la trama argumental. Este sistema no es malo de por sí, pero si tenemos en cuenta que gran parte de los encargos se traducen en asesinar a un objetivo, recoger un objeto determinado o explorar una parte del mapa, veremos que, a la larga, el juego pasa de ser divertido a monótono.
En consecuencia, nuestra dedicación en Grecia pasa, principalmente, por hacer la trama principal, que cuenta con un guion más sólido que antaño y resulta interesante principalmente por sus protagonistas. Recorreremos muchos kilómetros a pie –o el viaje rápido, si preferimos ir al grano-, pero también volveremos a surcar las olas con un navío, un sistema que bebe directamente de la cuarta entrega y no añade novedades destacables.
Revisitando el combate y los elementos RPG
Uno de los grandes cambios que introdujo ‘Origins’ fue un sistema de combate completamente rediseñado, más técnico y profundo, lo que ligado a los momentos de sigilo –que son, en realidad, un pilar de la serie- hicieron que nuestro paso por Egipto fuera letal. En esta ocasión, los espartanos cuentan con las mismas características, con un completo árbol de habilidades que iremos desbloqueando a medida que progresemos en la aventura.
Lo mismo ocurre con las armas y equipamiento de nuestro personaje, que iremos recogiendo o adquiriendo por el mapa y que están ligados a un color y nivel, haciendo que tengamos cientos de combinaciones posibles hasta dar con la que más nos convenza. Eso sí, en ‘Odyssey’ no contamos con escudo para protegernos, sino que se ha refinado el sistema de combate para hacer directamente contraataques a los enemigos que quieren darnos caza, ralentizando el tiempo si realizamos la contra en el momento adecuado.
Por suerte, Ubisoft ha introducido algunas mecánicas novedosas que le dan variedad al asunto y hace olvidarnos –en algunos momentos- de las soporíferas misiones secundarias. En primer lugar, contamos con los mercenarios: a medida que vayamos progresando en la aventura levantaremos ampollas entre nuestros enemigos, que contratarán a asesinos a sueldo para darnos caza. Estos mercenarios son bastante más fuertes que los enemigos comunes, y nos costará derramar su sangre –aunque podremos sobornarlos, como buenos mercenarios que son-. Eso sí, si preferimos huir no nos dejarán en paz.
Por otra parte, contamos con las conquistas, que recuerdan en exceso a lo visto en ‘Sombras de Mordor’ en el sentido de ir enfrentándonos poco a poco a los líderes de los ejércitos repartidos por el mapa hasta llegar a su comandante mayor, el cual también tendremos que darle caza. Por último, tendremos el culto, una organización secreta cuyos miembros son desconocidos a ojos de la sociedad. Nuestra misión pasa por desvelar su identidad para después acabar con ellos.
Espectacular en las videoconsolas más potentes
La compañía francesa sabe que uno de los pilares fundamentales de ‘Assassin’s Creed’ es su apartado audiovisual. Utilizando el mismo motor gráfico que el del año pasado, Ubisoft ha conseguido construir una Grecia tridimensional realmente maravillosa, y además preparada para las videoconsolas más potentes, donde mejor lucen. Tanto los escenarios como los detalles, así como los personajes y la distancia de dibujado son sobresalientes, aunque debemos decir que los personajes secundarios tienen unas animaciones que contrastan con los principales y empañan un poco el resultado final.
En cuanto a sonido se refiere, y como ya nos tiene acostumbrados Ubisoft, el videojuego llega con un notable doblaje al castellano. Se agradece el esfuerzo de la compañía por mantener localizados en todo momento a los personajes. La música, como viene siendo habitual, acompaña nuestros pasos en la aventura, con alguna que otra partitura inspirada pero que, por lo general, no pasa del acompañamiento.
Conclusiones
‘Assassin’s Creed: Odyssey’ recoge las virtudes de ‘Origins’ y, sin demasiadas florituras, las reconduce hacia un nuevo contexto histórico que resuelve algunas incógnitas de la trama de fondo. La obra no sorprende tanto como sí hizo su predecesor, pero encantará a aquellos que quieran seguir disfrutando de un videojuego de aventuras con toques de rol y a cualquier seguidor de la franquicia que no esté hastiado de repetir misiones secundarias. Aún con sus errores, ‘Odyssey’ es un gran juego que requerirá más de 100 horas si decidimos hacer todos y cada uno de los objetivos que plantea.
No obstante, no podemos estar tranquilos a sabiendas de que Ubisoft ha vuelto a pisar el acelerador para esta entrega, lo que podría traducirse, el año que viene, en un título de similares características, pero en otra época. Si se diera el caso, quizá volveremos a sentir esa sensación de monotonía que tanto empaña la experiencia de un videojuego. Si por el contrario deciden darse el tiempo necesario, probablemente volveremos a sentir la ilusión que experimentamos por ‘Origins’.
Assassin's Creed Odyssey: Tráiler Elige tu Destino