Meses después, ‘World of Tanks’ ya podía ser definido como un fenómeno de masas que se consolidaba cosechando éxitos entre la crítica y definiendo entre la vorágine la hoja de ruta de Wargaming, el estudio tras del proyecto. Más tarde llegaron ‘World of Warships’ y ‘World of Warplanes’, dos propuestas similares que también han acertado en como trasladar el conflicto bélico a mar y aire, respectivamente, aunque el homónimo referido a los tanques siempre ha sido la pieza más representativa de la firma.
Ahora, y tras su paso por las domésticas de Microsoft -Xbox 360 y Xbox One-, el estudio lanza de forma totalmente gratuita su edición para PlayStation 4, con la intención de mantener el espíritu gratuito y toda su esencia, pues prescinde de cualquier tipo de pago –cuenta de PlayStation Plus incluida- para que cualquier jugador comience a experimentar como se libran las guerras desde el interior de un acorazado. El entrenamiento es clave, el camino es duro y está lleno de obstáculos, pero el resultado es tan satisfactorio como divertido.
La segunda guerra mundial sin soldados rasos
Lo más característico de ‘World of Tanks’ se establece precisamente en su nombre. Dejamos a un lado los soldados vitaminados rebosantes de clichés para organizarnos de manera más técnica y táctica. No hay humanos en el juego, sólo tanques, muchos tanques. El formato no ha cambiado ni un ápice en su mudanza a PlayStation 4, por lo que nada más comenzar el jugador tendrá acceso a una limitada selección de vehículos dividida en tres facciones: Unión Soviética, Alemania y Estados Unidos.
Iniciaremos pues nuestra travesía con un pequeño tanque que apenas supera los 30 kilómetros por hora, rodeado de hasta 14 compañeros que libran la batalla frente al pelotón contrario. El objetivo es cristalino: destruir a todos los enemigos o capturar su base. Claro, aquí no hay que alarmarse si en nuestra primera escaramuza somos sorprendidos por el enemigo y aniquilados en menos de dos minutos: el videojuego requiere de un proceso de aprendizaje constante y a largo plazo, de modo que los jugadores con un carácter más impaciente tendrán que dar una oportunidad al tempo que marca el título, que por otra parte forma parte del equilibrio general del sistema.
Acción táctica para todos
De hecho, el control del tanque es tosco y lento en un primer momento, es un tanque, pero es algo que podemos remediar parcialmente bien con mejoras o desbloqueando nuevos carros de combate. Su acción no es directa, sino que requiere de cierta estrategia y metodología para ser funcional. Y aquí es donde radica la diversión de ‘World of Tanks’. Por ejemplo, si no planeamos nuestra jugada prestando atención al mapa para conocer la posición de los enemigos avistados por los compañeros de pelotón y tenemos previstas zonas para cubrir el blindado aprovechando el entorno, no acabaremos ninguna partida. En contraposición, protegerse tras una roca o montículo de un adversario descubierto por un compañero para esperarlo y atacar por sorpresa para derretirlo, no lo vamos a negar, produce una enorme descarga de adrenalina.
Pero ante todo, ‘World of Tanks’ es un videojuego de acción táctica. Configurar el blindado con diversas mejoras –como prismáticos para detectar la posición del enemigo y revelarla al grupo, extintores para evitar caer presa de las llamas después de un impacto, diferentes tipos de proyectiles, conductores experimentados, camuflaje y un largo etcétera- resulta imprescindible en la guerra que propone Wargaming. Ser conscientes de lo que tenemos en el garaje, nuestro núcleo de operaciones, y las necesidades del campo de batalla es un paso más hacia el éxito, de modo que la organización de los recursos que adquirimos en la batalla es vital. A nuestra disposición tenemos diferentes tipos de tanque, cada uno con sus propias virtudes y carencias: carros ligeros, medios, pesados, antitanques y artilleros. Combinarlos en función de la disposición grupo y disponer de una flota adecuada y equilibrada asegurará nuestra participación en cada victoria.
Todo dispuesto para nuestra entrada al campo de batalla
Una vez que hemos comprendido las bases jugables y las mecánicas elementales, que se trasladan con acierto al Dualshock 4, llega el momento de ir pensando en ampliar nuestro repertorio bélico. El garaje, como adelantábamos, será nuestra mesa de operaciones. En este espacio el jugador tiene a disposición su colección de vehículos, que podrá ir ampliando con algo de experiencia, así como mejorando las características de cada carro, elementos esenciales para no caer rápidamente frente a un enemigo más poderoso; la personalización de los mismos, elemento clave para diferenciarnos entre el resto del pelotón, todo con un sinfín de ayudas y guías para consultar y hacer la experiencia más suave a los jugadores menos experimentados. De hecho, se pueden entrenar varias escaramuzas ideales para comenzar a brillar en el campo de batalla, básicamente nos permitirá probar el equipamiento desbloqueado y ganar confianza antes de saltar al terreno de juego. Los jugadores de ‘World of Tanks’, en su gran mayoría, son expertos en las plataformas disponibles, y esto puede ser frustrante para los jugadores menos pacientes. En todo caso se trata de una nueva andadura en una plataforma de nueva generación, de modo que el nivel de competitividad en la obra de Wargaming no tardará en superar la media en cuanto a juegos en línea, algo que, unido a la propuesta diferencial, puede hacer del proceso de aprendizaje el primer desafío.
En cualquier caso, si perdemos una partida nuestro tanque permanecerá inactivo hasta el fin de la misma, algo que no impedirá continuar acumulando puntos de experiencia y monedas hasta que el combate finalice. Sin ir más lejos, podemos jugar un nuevo encuentro aun cuando el primero esté todavía activo, tan solo seleccionando otro tanque y cambiando de territorio, algo que aporta dinamismo y evita esperas. Al final de la sesión, y en función del rendimiento del grupo, llega el momento de ser recompensado y recibir esas nuevas funciones que tanto necesita nuestro tanque. Por supuesto, el videojuego también hace uso de micro pagos para acelerar el progreso del jugador, de la misma manera que también existe una modalidad Premium para obtener mejoras constantes en experiencia y plata, aunque tampoco es necesario si nuestra pretensión es pasar un buen rato, descontando que ninguna de estas compras está destinada a obtener un extra de rendimiento en el campo de batalla.
Conclusiones
No hay más que dar la bienvenida a ‘World of Tanks’, que desde su alumbramiento es uno de los títulos free to play más completos de PlayStation 4. Su innovadora propuesta no caduca y se expandirá mediante actualizaciones gratuitas. Al mismo tiempo y para celebrar el alumbramiento en la doméstica, se han estrenado dos mapas exclusivos para la videoconsola de Sony: Paso del Escorpión y Ruinberg.
En definitiva, si te gusta el olor del acero fundiéndose, eres intolerante al desaliento y además, tienes un ojo puesto para probar en los denominados eSports, ‘World of Tanks’ puede ser uno de esos títulos a los que dediques cientos de horas, perfeccionando técnicas y haciendo amigos mientras se forja un grupo imparable de cara a los campeonatos. Cualquiera que sea nuestro objetivo, ya sea pasar un buen rato o competir con toda la artillería, la adaptación de ‘World of Tanks’ a PlayStation 4 nos va a mantener en tensión durante mucho tiempo.
World of Tanks - Launch Trailer PS4