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La ley que prohíbe la venta y alquiler de videojuegos violentos a menores promulgada en 2005 por el gobernador del estado de California, Arnold Schwarzenegger, será revisada por la corte suprema estadounidense. La polémica ley, que ha sido rechazada por las cortes federales al no encontrarse pruebas científicas suficientes que demuestren que los juegos de este tipo suponen algún impacto negativo en los menores, será revisada finalmente por la corte suprema, última instancia jurídica de Estados Unidos.
La decisión que tome el alto tribunal estadounidense sentará un precedente legal aplicable a la totalidad del marco jurídico norteamericano. El proceso que dará comienzo en octubre viene a aclarar si los videojuegos de corte violento pueden ampararse en la primera enmienda de la constitución estadounidense, en la que prima la libertad de expresión o bien debe someterse a un tratamiento legal especial similar al que se aplica con la pornografía.