Como resumen, el estudio constata que únicamente el 6% de los hogares con Internet de banda ancha tendrían interés en adquirir una televisión con dicha resolución. Esto podría deberse, en primer lugar, por el precio de venta al público de los modelos de televisión que soportan la resolución más alta del mercado. En Estados Unidos, por ejemplo, existen servicios digitales como Netflix que ya cuentan con contenido especial en 4K, pero en España las cosas todavía pintan más negras, pues recordamos que todavía existen canales en la parrilla de TDT pública que no llegan a la alta definición.
El estudio también desvela que únicamente el 3,4% de los encuestados estaría dispuestos a gastar 9,999 dólares en una televisión 4K, pero lo más sorprendente es que el 83% de los participantes desconocen el término Ultra HD. Recordamos que tanto PlayStation 4 como Xbox One soportan las resoluciones 4K. Sin embargo, quizá este sea otro ejemplo de como la tecnología avanza más rápidamente que las necesidades de los consumidores, que actualmente no ven el 4K como un salto cualitativo.