Basada en el proyecto OpenStreetMap y lanzada en 2011, la herramienta recibió muy buenas críticas. Su base de mapas y la posibilidad de consultarlos offline, fueron las bases de su éxito. Con una avanzada compresión de datos, permite guardar cualquier mapa en el dispositivo móvil, y evita con ello el consumo de los planes de datos, o los costosos cargos por roaming. Al contrario que Google Maps, cuyos mapas offline ofrecen un limitado nivel de detalle, la experiencia uso offline es rápida, sin interrupciones, y completa; los usuarios pueden incluso crear rutas para el coche y buscar direcciones sin estar conectados a Internet. Los mapas aparecen con velocidad y detallados en pantalla, y todo ello utilizando un espacio muy pequeño en la memoria del dispositivo móvil.
OpenStreetMap se crea y actualiza mediante editores, del mismo modo que se hace con los artículos en la Wikipedia; los usuarios pueden editar mapas, añadir poblaciones, caminos, localizaciones, y puntos de interés. La base de datos está en constante actualización por la comunidad y ha crecido exponencialmente hasta más de 1.8 millones de miembros. Este modelo, basado en la aportación de la comunidad, ha conseguido el sistema de mapas más detallado y actualizado disponible de entre todas las app del mercado.