Dos décadas de evolución que no dejan constancia
Es difícil discutir sobre el legado de cualquier obra con el paso de los años, máxime cuando nos referimos a un estándar anteriormente establecido que ahora se dedica a seguir las principales corrientes del mercado, sin embargo, ‘Lost Sphear’ no logra una identidad diferencial y no se puede desvincular fácilmente de los clichés de género. Por desgracia, a pesar de la experiencia acumulada con ‘I Am Setsuna’, la desarrolladora no ha sido capaz de presentar una narrativa particularmente convincente, aunque existen y se reservan espacios para eventos épicos y memorables.
Situando la aventura dentro de la clásica narrativa de cuento creada por los desarrolladores japoneses, la entrega no es capaz de salir de la estructura de cualquier JRPG clásico, sin altos ni bajos, todo dentro de un estado de corrección máxima que le hace perder la gran oportunidad de brillar, ensombrecido por atmósferas y mecánicas de exploración que no dejan ningún elemento destacable. Tampoco ayuda la imprevisibilidad de algunos eventos y el tono cómico de otros, que no permiten, por desgracia, ir más allá del círculo cerrado que traza la historia principal, también excesivamente guiada. En este tipo de producciones la exploración es muy importante para comprender el mundo del juego, pero primero tenemos que conocerlo bien, y desde este mismo punto comienzan las circunstancias dolorosas.
El joven capaz de recuperar recuerdos
‘Lost Sphear’, que se extiende durante algo más de cuarenta horas, nos pone en la piel de Kanata, un joven de dieciséis años nacido y criado en la ciudad de Elgarthe. El personaje tiene la misma vida banal que otros cientos de protagonistas del género. Kanata convive en paz con sus vecinos y tiene un trabajo importante, es de hecho un espadachín, un valiente luchador que tiene la tarea diaria de enfrentarse a los monstruos que se acercan excesivamente a las puertas del pueblo. Mantener la seguridad de una ciudad es una tarea arriesgada, por lo que nos encontramos desde el principio con un protagonista capaz de manejar un arma. Nuestros personajes descubren que una fuerza misteriosa borra los recuerdos y los espacios físicos ligados a ellos, de hecho, desaparecen grandes partes del territorio, como la propia Elgarthe sustituida por una niebla espesa e impenetrable. Kanata pronto descubrirá que tiene la capacidad de recuperar esos recuerdos, en cierto sentido, perdidos para siempre, y de poder cambiar el mundo con ellos. En este viaje le acompaña su mejor amiga, Lumina, aunque pronto se unirán al grupo Van y Locke, que son esenciales para el desarrollo de la historia. Esta situación nos obligará a avanzar hacia áreas específicas, algo que permitirá al jugador completar la aventura del héroe.
Un título de rol con un exponente únicamente nostálgico no podría funcionar sin juego efectivo y, afortunadamente, ‘Lost Sphear’ integra un sistema que se las arregla para, al menos, ser funcional. Las peleas se administran por una evolución del sistema híbrido de Tokyo RPG Factory, madurado desde la época de ‘I Am Setsuna’ y conocido como Active Time Battle, que tiene como pilar fundamental la libertad de movimiento durante la batalla.
La lucha por recuperar territorios perdidos en la niebla
Las peleas siempre se realizan en turnos y tiempo real de un modo clásico, con barras respectivas para cada personaje que deben llenarse antes de realizar una acción. En este momento específico, es cuando el sistema evolucionado del Active Time Battle entra en acción y podemos comprobar como la astucia tiene un papel importante en las peleas, ya que además de lanzar el correspondiente ataque, también tendremos la oportunidad de posicionar a nuestro luchador, dándole una herramienta adicional para alejarse de la batalla en el caso de peligrar la integridad de un personaje o para atacar a más enemigos simultáneamente. Cada ataque o habilidad tiene un rango y área de efecto; por lo tanto, es importante situar a los personajes en el punto que les permita golpear a más enemigos al mismo tiempo. Por ejemplo: aquellos armados con ballestas pueden producir daño a varios oponentes si están alineados con respecto al punto de arranque del ataque. A fin de cuentas, además de explotar un buen sistema de combate, ‘Lost Sphear’ también puede presumir de una dificultad equilibrada a la perfección.
No obstante, frente a otras experiencias del mismo calado, la aventura de Tokyo RPG Factory muestra algunos fallos de concepción. Las misiones secundarias prácticamente son inexistentes, así mismo, la presencia de la niebla nos impulsará en nuestros movimientos, pero también será un fuerte impedimento para la exploración, algo esencial en este tipo de videojuegos. Y esto también es una constante entre pasillos casi vacíos y habitaciones que prácticamente no esconden nada. ‘Lost Sphear’ es una obra que desarrolla su tarea eficientemente y es una pena que no intente ir a más, pues el potencial de la desarrolladora queda claro con pequeños detalles como el sistema Active Time Battle o la fenomenal armadura mecanizada Vulcosuit, que se desbloquea con horas de juego. Aparentemente encontraremos una armadura capaz de atribuir habilidades a los personajes durante las peleas y la exploración. Ésta nos permitirá superar obstáculos, obtener objetos coleccionables o acceder a la exploración de áreas que de otro modo serían inalcanzables.
Si bien la parcela gráfica de ‘Lost Sphear’ es capaz de detallar las áreas que se exploran, rara vez se encuentra en posición de sorprender con un estilo que podía aportar elementos visuales más elaborados. Las pistas de música, compuestas por Tomoki Miyoshi, ayudan a integrar temas de primer nivel en los momentos más emotivos y animados del juego, algo minimizado por su horrible gestión y lo mal que se han insertado los temas.
Conclusiones
No podemos negar que teníamos cierto interés en comprobar cómo sería la evolución de ‘Lost Sphear’ en relación al anterior juego de Tokyo RPG Factory. Pero teniendo en cuenta que no es capaz de destacar en ninguno de sus aspectos, sólo podemos recomendarlo a los especialistas en el género, y a aquellos que han tenido la oportunidad de saborear intensamente ‘I Am Setsuna’, pues la obra, finalmente, no parece haber cumplido del todo debido a su falta de ambición. Es un título que se centra en la nostalgia para llegar los corazones de los jugadores más veteranos, los mismos que en los noventa amaban otro tipo de JRPG, pero las intenciones no parecen suficientes para quienes busquen algo más que una reproducción del clima creado por los juegos de rol de aquellos años, pues el verdadero potencial se queda sin expresar.
Lost Sphear – A New Moon Rises Launch Trailer