La incorporación de Just Cause al catalogo de PS2, Xbox y PC demostró hasta donde podían extenderse los mapeados en este tipo de juegos, pero han pasado unos años, Eidos ha sido engullida por el gigante japonés Square Enix que ha conseguido plantarse en el mercado occidental de forma definitiva, la secuela de este Sandbox fue uno de los proyectos que conservaron y apoyaron los nuevos propietarios. Ahora, Avalanche de mano de Square Enix repite jugada con la secuela, introduciendo cambios sustanciales en muchos de los aspectos que fueron tratados con dureza en la entrega original y produciendo un juego más variado y entretenido que aquella primera aventura.

Jugabilidad

Just Cause 2 nos pondrá de nuevo en el pellejo del acróbata-agente Rico Rodríguez, que regresa con su gancho y su interminable surtido de paracaídas a la ficticia isla de Panau. Rico es enviado por La Agencia, una estamento gubernamental experto en derrocar pequeñas fuerzas militares locales, de hecho únicamente se necesita un super agente, una milicia local opresiva, un gobierno opresor y un agente norteamericano perdido para dar forma a un juego que no pasará a los anales de la historia por su complicada trama argumental, es más, aunque la historia tiene algún que otro giro argumental interesante y desde Avalanche han puesto más énfasis en la narrativa con respecto a la entrega anterior, la historia que nos traslada Just Cause 2 es tan insustancial como  reiterativa, elemento que en según que medios de entretenimiento supone un suicidio comercial, pero que en este nos permite disfrutar sin contemplaciones de todo el caos y la destrucción que Rodríguez es capaz de generar.

Como os decíamos y a modo de conflicto bananero organizado, Panau cuenta con tres facciones en disputa para alzarse con el poder de tan paradisiaco lugar y asi poder dominar la nación y sus habitantes. Nuestra misión a falta de diplomáticos en La Agencia, es la de enfrentar estas facciones para que se opongan al opresor gobierno establecido. Cada una de las facciones en lucha, denominadas con nombres más propios de grupos de rock de los sesenta, cuentan con un área de influencia establecida, que va en aumento según desarrollemos las misiones asignadas con éxito. Las hostilidades se reparten entre el gobierno, Los Cucarachas: una especie de organización mafiosa local, Los Segadores: más cercanos a la imagen que todos tenemos de guerrilla clásica y Los Ular: el grupo más salvaje y descontrolado de los tres.

Just Cause 2 esta estructurado al estilo GTA, con un gran número de misiones que cumplir. Las misiones que tenemos que completar con éxito provienen tanto de la agencia como de las facciones en contienda, lo que permite que el núcleo central de historia vaya avanzando de forma progresiva. Las misiones nos serán encargadas por los líderes de las diferentes facciones, aunque también tendremos que luchar contra los mismos, destruyendo sus centros de mando, fortalezas o instalaciones del gobierno entre otros. Como en los GTA también contamos con un buen número de misiones secundarias que podemos afrontar como nos venga en gana, aunque no nos engañemos, el juego esta creado para disfrutar de la destrucción y el plomo sin cortapisas, entrar repartiendo fuego y regalando granadas es la opción más divertida para afrontar estas misiones.

Just Cause 2 también cuenta con un buen numero de personajes secundarios, cuya relación no va mas allá del encargo de misiones, nada de complicaciones, ni establecimiento de relaciones, dejando de lado las tan de moda represalias según nuestro comportamiento con estos personajes, no los necesita, el encanto del juego radica en la enorme libertad que ofrece a la hora de generar el caos necesario para derrocar al dictador, destruyendo todo lo que se interponga entre nosotros y nuestro objetivo. Para llevar a cabo estas destructivas misiones contamos con los elementos diferenciadores de la franquicia: el gancho y los paracaídas. El primero nos sirve para alcanzar localizaciones óptimas para el ataque o la defensa y nos permite movernos rápidamente por el mapeado. El paracaídas es el elemento más recurrente a la hora de desplazarnos y entrar en conflicto, ya que nos permite entrar en el área de forma más sigilosa. Las habilidades propias de Rico pasan por todo tipo de acrobacias conjugadas con el paracaídas y el gancho, con todo esto encontramos espectaculares asaltos y abordajes a vehículos de todo tipo, coches, camiones, motocarros, aviones o helicópteros. Estas secuencias de acción están muy logradas y son uno de los elementos más divertidos y recurrentes del juego.

 

En referencia al arsenal, destacar que la cantidad de armamento disponible esta a la altura y es bastante variado, aunque algunas de las armas disponibles disponen de una potencia de fuego exagerada. También podemos acudir al mercado negro para adquirir nuevas armas o mejorar las que ya tenemos. El sistema de apuntar no está todo lo bien resuelto que nos hubiera gustado y empaña en menor medida el resultado final del juego. En otro orden, nos centramos en la inteligencia artificial de los enemigos, que cumple sin más, durante las misiones los enemigos siempre dan la opción de avanzar repartiendo fuego sin miramientos, no existen los puntos de cobertura y tampoco se necesitan. Como os decíamos, los enemigos no disponen de rutinas de ataque o defensa elaboradas y no se prestan a la reflexión táctica salvo cuando tengamos que abordar algún complejo militar, aunque las opciones para afrontar la destrucción de estas fortificaciones pasan por entrar por aire, saltando la valla que rodea el perímetro, con un vehículo pesado destrozándolo todo y atropellando el mayor numero de enemigos posibles o simplemente caminado y destrozándolo todo.

Las misiones están planteadas de forma acertada y son bastante más variadas si las comparamos con las de la entrega anterior, también se han incluido un elevado número de retos que ayudan a alargan la media de vida del producto, estos retos están más enfocados a la exploración que a la acción, lo que puede aumentar la duración del juego en unas 10 horas aproximadamente, aunque aquellos que se conforman con las misiones centrales y secundarias podrán terminar la aventura en algo más de 20 horas.

Gráficos

Una de características mas relevantes de Just Cause 2 la encontramos en el inmenso mapeado que presenta el titulo de Avalanche, según los desarrolladores el área jugable abarca 1.000 kilómetros cuadrados, lo que supone un trabajo colosal, si le añadimos un buen numero de trabajadas localizaciones y entornos, con zonas montañosas, boscosas o urbanas y un respetable nivel de detalle en los escenarios encontramos un juego que factura un apartado grafico de una calidad respetable. También es cierto que la versión para PC se encuentra un nivel por encima en cuanto a calidad grafica. Las inevitables ralentizaciones que sufren este tipo de juegos también están presentes en Just Cause 2, además de algunos modelados que dejan bastante que desear. También encontramos algo de poping, algo que tampoco es de extrañar dado el excepcional tamaño del área de juego.

Audio/Sonido

El apartado sonoro se factura con una linealidad asombrosa, en ocasiones las conversiones localizadas en castellano se cortan de forma algo violenta, las cinemáticas están a la altura, los temas que nos acompañan durante la aventura son de corte contundente y los efectos de sonido están bien conseguidos. Todo funciona de forma regular, no se puede destacar nada en especial ni se puede poner un punto negativo específico en el apartado. El doblaje del juego en castellano esta realizado por actores profesionales, aunque el guion no acompaña en exceso.

Conclusiones

Just Cause 2 no es juego para los amantes de la estrategia y el sigilo, todo lo contrario, es un Sandbox de acción intensa donde prima la destrucción y el caos. La posibilidad que ofrece el juego de afrontar las misiones al gusto de jugador aporta experiencias distintas en la consecución de las mismas, lo que nos permite estar un buen número de horas disfrutando como un cafre de todo lo que ofrece un enorme territorio por el que podemos sembrar la destrucción a nuestro antojo. Un gran juego completamente recomendable para los amantes de la acción pura y dura.