Bravely Default

Escrito por  Victor Moyano Lunes, 16 Diciembre 2013
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Hablar del género de rol y no mencionar a los grandes pilares del género como son ‘Final Fantasy’ o ‘Dragon Quest’ es un error. Estas dos marcas, formadas en los estudios Squaresoft y Enix respectivamente antes de su fusión, hicieron de este estilo de juego japonés una pieza central en el catálogo de cualquier videoconsola. Desde hace más de 20 años, ambas franquicias han puesto contra las cuerdas a sus competidores, aunque últimamente los recientes títulos de la desarrolladora no han logrado apaciguar las expectativas de sus devotos seguidores.

 

Las nuevas directrices de la compañía, que abogan por el lanzamiento de secuelas en pos de obras originales y retrasar, para asegurar su calidad, ‘Final Fantasy Versus XIII’ hasta convertirlo en ‘Final Fantasy XV’ ha comprometido la confianza de los jugadores. Sin embargo, Square Enix busca el perdón de sus jugadores más clásicos con un proyecto completamente nuevo, que bebe mucho del largo recorrido del estudio formando un producto muy atractivo para el género, y que, sin ningún tipo de duda, supera las expectativas puestas desde su anuncio en territorio japonés.

 

Hablamos de ‘Bravely Default’, la nueva franquicia para Nintendo 3DS que recientemente ha anunciado su segunda parte, ‘Bravely Second’. Con una estupenda adaptación a nuestro territorio de la obra original, incluyendo nuevos contenidos y una formidable localización al castellano, Square Enix presenta un título que encantará a los amantes del género.

 

 

El mundo, los cristales y los trabajos

 

Nombrar a ‘Final Fantasy’ al principio del análisis no es casualidad. ‘Bravely Default’ recoge las virtudes de la franquicia clásica del rol y las adopta para componer un título de calidad sin precedentes, que no se molesta en esconder sus orígenes y muestra, a los jugadores expertos, que la serie ‘Final Fantasy’ sigue viva bajo otra denominación. Ejemplo de ello son la historia, con incontables tópicos y héroes que pretenden salvar al mundo; las magias e invocaciones, que en esta ocasión cuentan con funcionalidades online; el sistema de trabajos, que profundizan en la jugabilidad; y los giros de guión, ingredientes básicos que funcionaron en otros proyectos. Pero vayamos por partes.

 

El mundo de ‘Bravely Default’ se mantiene vivo gracias al poder de cuatro cristales, cada uno con su propio elemento: agua, fuego, tierra y viento. Los poderes del cristal quedan protegidos por las vestales, devotas del cristal que dedican su vida a la adoración del poder cristalino, generando así una especie de religión que, durante los últimos miles de años, ha calado hondo entre los ciudadanos. Sin embargo, el Ducado, un movimiento anticristalista, que centra sus esfuerzos en la ciencia y las máquinas, está aumentando sus filas, al mismo tiempo que una oscuridad desconocida rodea al cristal del viento y obliga a su vestal, Agnès, a emprender un viaje para sanar los cuatro cristales.

 

 

Así comienza la trama argumental que, como decíamos, no dista mucho de otros títulos clásicos en sus inicios. Comenzaremos la obra controlando a Tiz, un joven pueblerino que ve como su aldea es tragada por la tierra siendo el protagonista el único superviviente, que termina cruzándose con Agnès con el objetivo de descubrir el origen del mal. A partir de aquí, nuevos compañeros de viaje y aventura irán uniéndose a nosotros, cada uno con sus propias aspiraciones y motivaciones y que termina desenredando una trama argumental que mezcla conceptos de fantasía con religión, la lucha de clases, y diversos choques culturales que vive día a día el mundo que conocemos.

 

Adoptando el sistema de trabajos conocido en otros ‘Final Fantasy’, ‘Bravely Default’ nos permite ir adquiriendo -después de derrotar a un enemigo particular- distintos oficios para cambiar los atributos y habilidades de todos nuestros personajes. Cabe destacar, que es el jugador el que determina que clase proponer para cada protagonista. Así, el grupo de héroes podrá cambiar, en cualquier momento del juego, su profesión: aprendiz, mago blanco, mercader, ladrón o mago negro son ejemplos de las 24 disponibles, cada una con sus propias habilidades y afinidad con armas y armaduras.

 

Y es que, uno de los motivos por los que pasaremos gran parte en los menús de la obra es la necesidad de equipar a cada personaje con sus equipamiento más afín. Por ejemplo, el monje rinde más cuando no tiene armas equipadas, mientras que el caballero obtiene mejor resultado con espadas y hachas, relegando las dagas para la profesión de ladrón. De la misma manera, cada vez que subamos el nivel de nuestro oficio, seremos recompensados con habilidades secundarias, por lo que podremos utilizar habilidades de una profesión mientras tenemos otra clase, detalle que anima al jugador a subir de nivel todas las clases para descubrir los poderes más letales de cada uno.

 

 

Adelántate a tu oponente

 

Las batallas, piedra angular de los videojuegos de rol, simbolizan la decadencia de los combates clásicos aunque aprovechando algunas peculiaridades que, irónicamente, hacen un sistema de combate redondo. Los turnos pasan a ser divertidos en el momento que podemos utilizar las habilidades brave y default, siendo la primera ofensiva y la segunda defensiva. El quid de la cuestión es que la primera función, brave, nos permite adelantarnos hasta cuatro movimientos por personaje, mientras que default, además de otorgarnos una excelente defensa, nos permitirá ganar un punto de movimiento.

 

Hay que tener en cuenta que cada vez que adelantamos un turno, los personajes tendrán que descansar hasta que el contador vuelva a cero, por lo que la estrategia cobra un papel importante a la hora de desarrollar las batallas. Sin embargo, si queremos adelantarnos a nuestros oponentes podremos adelantar el turno siempre que queramos mediante la función Bravely Second, un mecanismo que nos permite, independientemente del turno, atacar a nuestro antojo. Este sistema, que rompe los esquemas tradicionales del concepto de rol por turnos, pero tiene un coste: o esperamos ocho horas para conseguir un turno -hasta un máximo de tres- o pagamos una pequeña cantidad de dinero real -mediante microtranscacciones- para obtener una bebida que restaure nuestros puntos. Es completamente opcional, y quizá algún jugador no lo vea con buenos ojos, pero puede ser interesante si queremos terminar con un enemigo que se nos resiste.

 

Durante los combates, además de realizar los comandos básicos del género, también tendremos la posibilidad de llamar a nuestros amigos de Spotpass y Streetpass para que nos echen una mano en la lucha. Como si se tratara de una invocación más, a medida que vayamos actualizando nuestro perfil del juego iremos recibiendo, cada 24 horas, combatientes procedentes de la red, además de los jugadores que nos crucemos con la videoconsola en modo espera. De esta manera, podremos invocarlos para hacer daño a nuestros enemigos o restaurar nuestra salud, siempre teniendo en cuenta que únicamente podremos llamarlos una vez.

 

 

Las funcionalidades online no quedan ahí, ya que como hemos dicho con anterioridad, la aldea de Tiz ha quedado completamente destruida, siendo nuestra misión reconstruir los cimientos para obtener algunas ventajas para nuestro viaje. Ir construyendo tiendas o habilitando zonas nuevas, nos permitirá conseguir objetos únicos que no están disponibles en las tiendas y que venderán los mercaderes que nos permiten guardar nuestro progreso -aunque la obra también permite acertadamente guardar el progreso automáticamente-. De esta manera, y recogiendo ideas que han funcionado muy bien en dispositivos móviles, reconstruir y subir de nivel una tienda nos llevará un buen puñado de horas en función de los habitantes que asignemos a la tarea. Los habitantes, como no, serán jugadores que nos vayamos cruzando por la calle o encontremos en la red, permitiendo, además, enviarles monstruos opcionales con los que subir de nivel.

 

Otras opciones que están disponibles son las misiones secundarias y los retos. De la misma manera que el objetivo principal está marcado en el mapa, contaremos con algunas misiones opcionales que nos permitirán, después de haber derrotado al jefe de turno, adquirir nuevas profesiones para el séquito de héroes. Los retos, por su parte, tienen una doble función: en primer lugar explorar todas las posibilidades del título a modo tutorial, y, por otra, obsequiarnos con objetos diversos como recompensa.

 

Sabor añejo, pero en portátil

 

El apartado técnico de ‘Bravely Default’ muestra un mundo rico en matices. En primer lugar, cabe destacar que la obra recuerda en gran parte a títulos como ‘Final Fantasy IX’, donde los reinos y los personajes cabezones son los protagonistas del universo. Se ha hecho un trabajo muy digno a la hora de presentar un mundo con vida propia, con ciudades muy llamativas y fantásticas que, sin duda, llevarán a la memoria del jugador a recordar viejas glorias pasadas. El apartado gráfico cumple notablemente, con modelados de personajes perfectamente caracterizados y un buen puñado de detalles y efectos gráficos que asombrarán al jugador. No es el mejor título en cuestiones técnicas del catálogo de Nintendo 3DS, pero sí uno de los que mejor han sabido aprovechar las características de la videoconsola, así como la función 3D que últimamente parece olvidada tras el lanzamiento de la nueva revisión de la portátil.

 

 

La música, por su parte, se inspira en los cánones del género, haciendo que las partituras y los ritmos frenéticos se mantengan en la mente del jugador aún después de jugar. Las melodías, algunas más acertadas que otras pero todas con una calidad notable, acomodan perfectamente la historia y los eventos que ocurren durante nuestro periplo en el mundo. Además, el videojuego no escatima a la hora de ofrecer una caracterización de personajes gracias al estupendo trabajo de los actores de doblaje, incluyendo tanto el doblaje original en japonés como su correspondiente versión en inglés, que podremos cambiar en función de nuestros gustos. No es de extrañar, entonces, que la obra ocupe la nada desdeñable cifra de 26.000 bloques si adquirimos la versión digital de la obra.

 

Son muchos los detalles que nos dejamos en el tintero sobre este ‘Bravely Default’, pues no queremos estropear la sorpresa a los jugadores que llevan reclamando un título de rol clásico que llegue a la altura de los títulos de la edad dorada del género. Square Enix ha sabido redimirse a la perfección, ofreciendo un producto excelente que aprovecha la arquitectura y funcionalidades de la portátil de Nintendo. Como adelantábamos, la historia cuenta con sus tópicos y clichés japoneses, pero el guión cuenta con algunos matices para no tener la sensación de ‘déjà vu’ que sufren muchos proyectos que imitan a los grandes del género, y lo que es más importante, una vez que nos adentremos en el mundo de ‘Bravely Default’ y probemos sus virtudes, seremos arrastrados inconscientemente a un lugar donde la diversión alcanza cotas nunca vistas en un título de rol para portátil. Un imprescindible sin duda que espera ser superado por su secuela, ‘Bravely Second’, recientemente anunciado para el mercado japonés y que esperamos llegue a nuestro territorio con el mismo cuidado que ha llegado el original.

 

 

 

Bravely Default - Tráiler

 

 

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Victor Moyano

 

  • Título: Bravely Default
  • Género: Rol
  • Fecha de Lanzamiento: 06/12/2013
  • Plataforma: 3DS
  • Soporte: Cartucho
  • Desarrolladora: Square Enix
  • Productora: Square Enix
  • Distribuidora: Nintendo
  • Multijugador: Si
  • Manual: Castellano
  • Idioma: Castellano
  • Voz: Inglés / Japonés
  • PEGI: +12
  • Precio: Consultar

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